El FMI ha presentado sus nuevas proyecciones económicas, en las que alerta sobre el deterioro progresivo de la posición fiscal del bloque. En un contexto de bajo crecimiento, presiones inflacionistas y mayores gastos en defensa, el organismo advierte de que el margen de maniobra presupuestaria se estrecha para los gobiernos europeos.
La deuda seguirá creciendo hasta 2030
Según el informe, el volumen total de la deuda pública de la zona del euro aumentará 0,6 puntos porcentuales este año, situándose en el 87,8% del PIB, y continuará creciendo en los próximos ejercicios. El FMI prevé que en 2026 el indicador alcance el 88,9% y que en 2030 se eleve hasta el 92,2% del PIB.
Año | Deuda pública (% PIB) |
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2025 | 87,8% |
2026 | 88,9% |
2030 | 92,2% |
Estas cifras confirman una tendencia de endeudamiento estructural que preocupa en el seno del FMI. El organismo considera que, de mantenerse las políticas actuales, el peso de la deuda sobre la economía europea podría situarse en niveles cercanos a los de la crisis de 2010.
El FMI advierte que, sin ajustes, la deuda pública europea podría volver a niveles de riesgo similares a los de hace una década
Gasto en defensa y sostenibilidad fiscal
El director de Asuntos Fiscales del FMI, Vitor Gaspar, subrayó que los países del área del euro deben revisar su gasto en defensa para preservar la estabilidad de las cuentas públicas. “Es necesario ajustarlo de manera que se garantice la sostenibilidad a largo plazo de la deuda y la estabilidad financiera”, explicó durante las reuniones anuales del FMI y el Banco Mundial en Washington.
La recomendación llega en un momento en que varios Estados europeos han incrementado sus presupuestos militares por el contexto geopolítico y las exigencias de la OTAN, lo que eleva la presión sobre sus finanzas.
El FMI pide priorizar las inversiones con retorno productivo y moderar el gasto estructural no esencial
Un contexto económico desafiante
El informe sitúa el crecimiento de la eurozona en torno al 0,9% para 2025, con una inflación que aún superará el objetivo del Banco Central Europeo. A esta coyuntura se suman factores de largo plazo como el envejecimiento poblacional, la transición energética y los costes asociados al cambio climático, que tensionan aún más los presupuestos públicos.
El organismo también advierte de que los tipos de interés más altos encarecen el servicio de la deuda, reduciendo el margen de maniobra fiscal de los Estados. Por ello, insta a los gobiernos a consolidar sus cuentas antes de que los costes de financiación aumenten de nuevo.
La combinación de bajo crecimiento y altos tipos de interés limita la capacidad de los gobiernos para reducir deuda sin reformas estructurales
Reformas y coordinación europea
El FMI defiende que la eurozona necesita una estrategia fiscal coordinada, con reglas claras que equilibren la sostenibilidad presupuestaria y la inversión pública. Propone priorizar la innovación, la digitalización y la productividad como palancas para sostener el crecimiento sin disparar el déficit.
El informe también respalda los nuevos marcos de gobernanza fiscal de la Unión Europea, que buscan mayor flexibilidad a cambio de planes nacionales creíbles de ajuste y reformas.
En conjunto, las advertencias del FMI apuntan a un escenario en el que Europa deberá conjugar prudencia fiscal con ambición económica para no comprometer su estabilidad.