En su análisis regional para Europa, Alfred Kammer, director para el Viejo Continente del FMI, ha señalado que uno de los principales impulsores del crecimiento español fueron las exportaciones de servicios, destacando que, más allá del turismo, también tuvieron protagonismo las tecnologías de la información, la comunicación y los nuevos sectores, lo que “son excelentes noticias para la economía española”.
Asimismo, recoge Europa Press, la actividad en el país también se ha beneficiado enormemente del auge del empleo, que ha permitido reducir el paro, con un importante protagonismo de la inmigración, cuyo aumento ha sido aprovechado por España para impulsar las cifras de PIB en el lado de la oferta.
“Esperamos que el crecimiento se mantenga sólido a corto plazo, pero que se desacelere a medio plazo”, ha apuntado el economista alemán, para quien, de cara al futuro, España debería centrarse en reformas que mejoren la productividad, especialmente en los sectores más nuevos, así como en la implementación de políticas activas del mercado laboral y aumentar las tasas de participación ante el envejecimiento de la población.
Consolidación fiscal
En este sentido, el directivo del FMI considera importante que España también se centre en la consolidación fiscal, para lo que “será fundamental acordar un presupuesto que permita implementar medidas de mayor calidad”, recordando que ha recomendado al Gobierno español adelantar en la medida de lo posible el ajuste fiscal, lo que ayudaría a generar confianza en el mercado, protegiendo contra shocks y entrando en un círculo virtuoso.
“Los tipos de interés bajarían más rápidamente, lo que favorece la inversión del sector privado, que genera crecimiento, y el crecimiento genera ingresos fiscales”, ha resumido, según la citada agencia.
Crisis de la vivienda
Por otro lado, en cuanto a los problemas relacionados con la vivienda, el funcionario del FMI ha recordado que España no es el único país donde la vivienda es un problema importante, señalando la necesidad de que los gobiernos actúen para hacer frente a la crisis de asequibilidad de las casas, especialmente para los jóvenes.
En este sentido, entre las cuestiones a abordar, ha señalado la necesidad de trabajar sobre la oferta; con acciones de planificación y zonificación para permitir que se construyan más viviendas; así como la disminución registrada en la vivienda social observada en las últimas décadas.
“Esto impide que los jóvenes se muden a los centros de alta productividad, que a menudo se encuentran en los centros urbanos y cuando la mano de obra no puede desplazarse donde se necesita, o la productividad es alta y los salarios serían más altos, se genera una gran mella en el crecimiento”, ha afirmado, advirtiendo de que esto perjudica no solo a las personas afectadas, sino también a la sociedad.
“De ahí el llamamiento a España, pero también a muchos otros países europeos, para que se centren en la crisis de la vivienda, la crisis de la asequibilidad de la vivienda, y se muevan. No solo por problemas de asequibilidad, sino también por problemas de crecimiento”, ha apostillado.