El exgobernador del Banco de España cree que las ayudas del Gobierno a la banca se quedaron cortas

Rescate a la banca

El exgobernador del Banco de España cree que las ayudas del Gobierno a la banca se quedaron cortas

Miguel Ángel Fernández Ordóñez considera que la decisión de minimizar el uso de ayudas públicas “dilató y multiplicó” la crisis de la banca.

Miguel Angel Fernández Ordóñez, exgobernador del Banco de España

El exgobernador del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordóñez ha reconocido “errores” tanto del supervisor como de los sucesivos gobiernos de Zapatero y Rajoy en la gestión de una crisis que se llevó por delante a buena parte del sector financiero español. Entre ellos, la decisión de minimizar el uso de ayudas públicas, que finalmente “dilató y multiplicó” el trabajo de reestructuración de las antiguas cajas de ahorros.

El que fuera gobernador del Banco de España entre 2006 y 2012 ha reflexionado sobre los “errores” que se cometieron desde que empezó a gestarse la burbuja de crédito a mediados de los 90 hasta que finalmente estalló la crisis, así como durante la gestión de la misma. “Con la información que ahora tenemos, se hicieron mal muchas cosas y sobre todo no se hicieron muchas cosas que se deberían haber hecho”, ha destacado.

Durante su intervención en la Comisión de Investigación del Congreso sobre la crisis financiera de España y el programa de asistencia financiera, MAFO ha apuntado por ejemplo que el Banco de España debería haber aplicado una vigilancia macroprudencial a la vez que la microprudencial, al tiempo que “se debieron aprovechar los años de bonanza para hacer una política económica diferente, con reformas estructurales”. Eso sí, ha señalado que estos “errores fueron compartidos por los reguladores internacionales”.

Entre estos errores cometidos, uno pudo ser la decisión del Gobierno de minimizar el uso de las ayudas públicas en un momento en que las arcas del estado estaban en una “delicada situación”. A juicio de Fernández Ordóñez, el retraso del rescate “es evidente que dilató y multiplicó” el trabajo de reconversión de un sector, que podría haber sido saneado antes “directamente con más inyección de recursos públicos”. No obstante, ha reconocido que el Ejecutivo del entonces presidente Zapatero tenía un papel difícil, ya que “el impacto en los mercados de un súbito aumento del déficit público podría haber arrastrado al colapso a toda la economía”.

MAFO ha defendido asimismo su labor al frente del Banco de España al recordar que desde finales de 2007 a 2011 se incrementaron las provisiones de la banca española en un 13% del PIB, y se aumentaron también las ratios de capital. Durante el período se incentivó la integración de las entidades menos sanas, con el resultado de que para 2011 habían desaparecido dos bancos y 28 cajas por procesos de integración. El tamaño medio de las entidades se multiplicó por dos.

Para subsanar la crisis, “fue necesario aprobar más de media docena de leyes”, ha señalado Fernández Ordóñez, que ha llegado a comparar la situación de aquel momento con fabricar las barcas de salvamento mientras se evacuaba al pasaje en pleno hundimiento. MAFO ha defendido asimismo que “los problemas se concentraban en un conjunto limitado de instituciones, casi todas cajas de ahorros”, mientras que los grandes bancos eran “razonablemente solventes”.

En lo que se refiere a las cajas de ahorros, el exgobernador se ha lamentado de que el proceso de reestructuración de estas entidades se llevó a cabo “poco a poco, lentamente”, ya que para la integración de las mismas fueron necesarias “discusiones interminables con escasa base económica”. Las comunidades autónomas “poder para vetar las fusiones”, ha recordado.

El exgobernador ha lanzado también un dardo al actual ministro de Economía, Luis de Guindos, al señalar que “desgraciadamente en los primeros meses de 2012 hubo un hundimiento de la confianza respecto a España”, en el que “lo más grave fue la pérdida de confianza en nuestros grandes bancos”, con rebajas de rating y fuertes caídas en Bolsa –que hasta entonces habían sido más moderadas que las de sus pares europeos-. “Todo ello acabó en el cierre de los mercados y la petición del rescate”.

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