El euríbor, índice que sirve de referencia para la mayoría de las hipotecas variables en España, ha cerrado junio con una media provisional del 2,081%, igualando el dato de mayo. Esto rompe con una secuencia de cuatro meses consecutivos de descensos, aunque no supone un cambio brusco de tendencia.
El indicador sigue reflejando el clima de incertidumbre económica y la cautela del mercado ante los movimientos del Banco Central Europeo (BCE), que el pasado 5 de junio recortó los tipos de interés hasta el 2%, su nivel más bajo desde 2022.
Rebajas hipotecarias a pesar del estancamiento
La ausencia de variación mensual no impide que el euríbor registre un fuerte retroceso interanual. En junio de 2024, el índice se situaba en el 3,650%, lo que implica una reducción significativa que beneficiará a los hipotecados.
Para una hipoteca media de 150.000 euros a 25 años con un diferencial de euríbor +1%, la cuota mensual se reducirá en unos 130 euros, lo que se traduce en un ahorro anual cercano a los 1.550 euros.
El descenso interanual del euríbor sigue aliviando las cuotas hipotecarias, pese a la pausa en su tendencia bajista
La política del BCE enfría las expectativas
El estancamiento del euríbor coincide con el mensaje lanzado por Christine Lagarde, presidenta del BCE, quien señaló que la entidad se acerca al final del ciclo de bajadas de tipos. El recorte del 5 de junio podría ser el penúltimo del año, y el mercado ya descuenta una pausa en julio.
Los analistas de Ebury creen que el BCE no moverá ficha en verano, a la espera de los efectos de las negociaciones comerciales con EEUU y de la evolución del conflicto arancelario. Consideran probable que el siguiente recorte no llegue antes de septiembre u octubre.
La estabilidad del euríbor refleja la espera del mercado ante una posible última bajada de tipos a finales de año
Geopolítica, petróleo y nuevas amenazas inflacionarias
Desde HelpMyCash.com, el analista Miquel Riera señala que el euríbor ha resistido con calma a las tensiones geopolíticas, aunque advierte que la situación sigue siendo delicada. La tregua entre Israel e Irán no disipa del todo los temores, sobre todo en lo que respecta al precio del petróleo y del gas, cuyo encarecimiento podría presionar al alza la inflación en la eurozona.
Un repunte de la inflación obligaría al BCE a frenar nuevas bajadas de tipos o incluso plantearse subidas, lo que condiciona directamente la evolución del euríbor.
La volatilidad geopolítica puede alterar las previsiones del BCE y sostener el euríbor en niveles actuales más tiempo del previsto
Previsión: estabilidad en verano y leve descenso a final de año
Los expertos de iAhorro coinciden en que la tendencia bajista del euríbor se ha detenido, al menos temporalmente. El indicador podría moverse en una franja entre el 1,9% y el 2% hasta final de año, aunque todo dependerá de cómo evolucionen los precios energéticos y las tensiones internacionales.
Se espera que el mercado permanezca en pausa durante el verano, con un análisis más detallado a partir de septiembre, cuando se reactive la actividad y se conozcan mejor los efectos de la política monetaria del BCE sobre la inflación.