El estrés de los mercados financieros españoles cayó en junio y mantuvo un riesgo medio

Mercados financieros

El estrés de los mercados financieros españoles cayó en junio y mantuvo un riesgo medio

En general, el nivel de estrés de los segmentos más relevantes descendió de forma progresiva, destacando el caso de la renta variable no financiera.

Sede de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)

Sede de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)

El indicador de estrés de los mercados financieros españoles cerró el semestre con una tendencia a la baja, dejando el índice en un nivel de riesgo medio de 0,3, pero próximo al riesgo bajo, según se recoge en la documentación publicada este jueves por la Comisión Nacional del Valores (CNMV).

El supervisor ha explicado que el indicador desciende desde el 0,44 en que comenzó el semestre al 0,3 actual por «la mayor estabilidad observada en los mercados financieros», en tanto que la tendencia descendente desde que comenzó el año sólo se vio interrumpida en marzo (0,42) debido a las turbulencias originadas por la quiebra de varios bancos en EEUU y la absorción del Credit Suisse por parte de UBS en Europa.

En general, el nivel de estrés de los segmentos más relevantes descendió de forma progresiva, destacando el caso de la renta variable no financiera.

Los niveles de estrés más elevados continuaron en los segmentos relacionados con la renta fija (monetario y bonos, con 0,56 y 0,60 respectivamente), afectados por las decisiones de política monetaria, así como por las variaciones en las expectativas sobre esta, y en el de intermediarios financieros (0,53), que reflejó un nivel de precios relativamente bajo y un ligero aumento de las primas de riesgo.

El escenario macroeconómico indica que la desaceleración de la actividad no está siendo tan intensa como se esperaba hace unos meses, al menos en España, pero el grado de incertidumbre sigue siendo elevado, ha apuntado el supervisor bursátil.

Por su parte, la política monetaria ha continuado endureciéndose en la primera mitad de este año, aunque la frecuencia y la cuantía de los incrementos decididos sobre los tipos de interés oficiales ha ido moderándose (se espera que el Banco Central Europeo eleve hoy los tipos de interés en un cuarto de punto, hasta el 4,25%).

Las tasas de inflación generales han descendido en el primer semestre, aunque las subyacentes han mostrado más resistencia a reducirse (ambas tasas quedaron el 5,5% en la eurozona en junio), lo que apunta a un crecimiento más prolongado de las presiones inflacionistas y reducen la probabilidad de recortes de tipos de interés en el corto plazo.

Los mercados de acciones mostraron revalorizaciones importantes en el primer semestre del año a pesar de las turbulencias observadas en marzo a través del sector bancario.

EL IBEX REPUNTÓ UN 16,6% EN EL SEMESTRE

Así, el balance semestral deja un aumento del Ibex 35, el principal indicador del mercado español, del 16,6%, en línea con los índices europeos que mejor se han comportado, y le sitúa en el valor más elevado desde enero de 2020; aunque, no fue suficiente para cerrar la brecha abierta en los últimos años con estos mismos índices.

El entorno de liquidez fue favorable si bien continuaron cayendo los volúmenes de negociación, siendo, además, muy escasa la actividad en el mercado primario.

En lo referente a las fuentes de incertidumbre identificadas por la CNMV que se ciernen sobre el sistema financiero, destaca el fuerte aumento de los tipos de interés, que podría afectar en los próximos meses al conjunto de agentes más endeudados y financieramente vulnerables (riesgo de crédito), además de suponer un encarecimiento sustancial de la financiación de aquellos que necesitan recursos.

El riesgo de mercado asociado al aumento de tipos de interés, en cambio, ha reducido ligeramente su importancia, puesto que, aunque las rentabilidades de los activos de renta fija puedan seguir aumentando a corto plazo, no lo harían, en principio, con la intensidad de trimestres anteriores.

Por otra parte, se mantienen las incertidumbres geopolíticas en niveles elevados y la preocupación en torno a los riesgos cibernéticos, ya que se observa un crecimiento importante en el número de ciberataques, y también de aquellos relacionados con los criptoactivos.

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