Las olas de calor están aumentando en frecuencia, duración e intensidad. / CSIC
Los investigadores señalan que el calor extremo se ha convertido en una amenaza sanitaria creciente y subrayan la necesidad de reforzar las políticas de adaptación climática, especialmente en un continente donde las olas de calor son cada vez más frecuentes y severas. El trabajo utiliza técnicas avanzadas de inteligencia artificial y modelos estadísticos para comparar patrones meteorológicos pasados con el clima actual, mucho más cálido que en 2003.
El análisis concluye que el exceso de mortalidad sería el doble que sin calentamiento global
La ola de calor de 2003, considerada durante años un fenómeno extremadamente raro, dejó más de 20.000 muertos en Europa. Afectó con especial dureza a España, Italia y Francia, donde las temperaturas rondaron los 38 grados durante dos semanas. Incluso el Reino Unido registró uno de sus veranos más cálidos desde que existen mediciones.
Los investigadores compararon la atmósfera de 2003 con las temperaturas medias actuales, casi 0,7 grados más altas
Hoy, las temperaturas globales se sitúan alrededor de 0,7 grados por encima de los niveles de 2003 y cerca de 1,5 grados respecto a la era preindustrial. En este contexto más cálido, el estudio estima que un episodio similar provocaría 17.800 muertes en una sola semana, frente a las 9.000 que se habrían producido sin calentamiento global.
El trabajo, publicado en Nature Climate Change, advierte de que, con 3 grados de calentamiento global, las olas de calor podrían causar 32.000 fallecimientos adicionales. Los autores destacan que estos episodios podrían llegar a ser “tan graves como algunas de las peores semanas de la COVID”, según Marshall Burke, profesor de ciencias sociales ambientales en Stanford.
Para los científicos, estas estimaciones reflejan cómo el aumento del calor atrapado en la atmósfera intensifica la severidad de los episodios y eleva la mortalidad asociada.
El estudio subraya que Europa es especialmente vulnerable a las olas de calor debido a la aparición de cúpulas de calor que retienen temperaturas extremas sobre zonas con pocas precipitaciones. Este fenómeno será más recurrente con el calentamiento global.
Los investigadores recomiendan reforzar la adaptación climática mediante mejor ventilación, aire acondicionado, áreas de sombra, infraestructuras preparadas y hospitales con mayor capacidad para gestionar emergencias térmicas.
Las adaptaciones rápidas podrían reducir significativamente la mortalidad prevista, según los autores del estudio
Christopher Callahan, autor principal del informe, señala que intervenciones tempranas y nuevos sistemas de prevención podrían mejorar sustancialmente el comportamiento de las ciudades ante el calor extremo.
| Escenario climático | Exceso de muertes estimadas |
|---|---|
| Clima sin calentamiento global | 9.000 |
| Clima actual (+0,7 ºC sobre 2003) | 17.800 |
| +3 ºC sobre niveles preindustriales | 32.000 |
El estudio concluye que, sin medidas de adaptación eficaces, los episodios extremos de calor podrían convertirse en una de las principales amenazas sanitarias de Europa en las próximas décadas.
El mercado ha operado con movimientos moderados mientras los inversores ajustan posiciones antes del nuevo…
La petición incorpora correos internos, documentos de personal de Enfermería y testimonios de pacientes que…
La ofensiva de Paramount reordena la competencia en la industria audiovisual. La empresa ofrece 27,4…
En concreto, el PP usará la mayoría absoluta que tiene en la Cámara Alta para…
“No podemos aceptar una amenaza de interferencia en la vida política de Europa. Estados Unidos…
El juez que investiga las supuestas irregularidades en la gestión de dicha cátedra por Gómez,…