El cierre del Gobierno en EEUU entra en su segunda semana con despidos, caos fronterizo y riesgo de impago a los militares

El bloqueo político ya causa retrasos, caos fronterizo y la primera ola de ceses en la administración federal.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sale de la Oficina Oval de la Casa Blanca, en Washington
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sale de la Oficina Oval de la Casa Blanca, en Washington

El cierre parcial del Gobierno federal de Estados Unidos, que cumple once días, se agrava con consecuencias cada vez más tangibles: despidos en organismos públicos, interrupciones en los servicios esenciales y la amenaza sin precedentes de que más de 1,3 millones de militares no reciban su salario a tiempo. La falta de consenso entre demócratas y republicanos mantiene bloqueado el presupuesto y amenaza con prolongar una crisis que afecta a la economía y la seguridad del país.

La Casa Blanca confirmó este viernes el inicio de los primeros despidos derivados del cierre gubernamental. El director de la Oficina de Administración y Presupuesto, Russell Vought, anunció que las reducciones forzadas de personal (“RIFs”) ya están en marcha, siguiendo instrucciones directas de Donald Trump.

El presidente justificó la medida asegurando que busca eliminar puestos “que no encajan en las prioridades del Gobierno” y reducir el gasto público. Sin embargo, en otros cierres, los empleados fueron suspendidos temporalmente y readmitidos tras la reapertura, algo que esta vez no está garantizado.

Los recortes permanentes rompen con el precedente de otros cierres y endurecen la estrategia política del Ejecutivo

Retrasos en aeropuertos y congestión en la frontera

La falta de fondos está provocando la ausencia de miles de trabajadores esenciales, lo que ha impactado directamente en el tráfico aéreo. Los principales aeropuertos del país, como Boston, Chicago o Las Vegas, sufren retrasos generalizados por la escasez de controladores y personal técnico.

Aunque están obligados a presentarse al trabajo, los empleados no están recibiendo sus salarios, lo que ha multiplicado las bajas por enfermedad o motivos personales.

En la frontera con México, especialmente en los pasos de Ciudad Juárez y El Paso, la reducción de agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) ha generado largas colas y ha ralentizado el tránsito de mercancías y trabajadores transfronterizos.

La parálisis administrativa afecta a sectores clave con pérdidas millonarias en transporte y comercio

El sueldo de las tropas, en riesgo por primera vez

Uno de los efectos más delicados del cierre afecta a las Fuerzas Armadas estadounidenses. Más de 1,3 millones de militares deberían cobrar su paga la próxima semana, pero la falta de presupuesto amenaza con retrasar por primera vez el pago de los salarios militares.

Pese a que se han presentado varias iniciativas bipartidistas para garantizar ese desembolso, ninguna ha prosperado antes del receso por el festivo nacional de este lunes. Si el Congreso no alcanza un acuerdo antes del miércoles, el impago se hará efectivo.

Datos clave del cierre gubernamental

Sector afectado Consecuencias principales Impacto estimado
Empleados federales Despidos y suspensiones sin salario Decenas de ceses confirmados, miles en riesgo
Transporte aéreo Escasez de personal y retrasos generalizados Afecta a aeropuertos de Boston, Chicago y Las Vegas
Frontera con México Reducción de agentes y congestión Retrasos en mercancías y tránsito laboral
Fuerzas Armadas Riesgo de impago 1,3 millones de militares sin garantía de cobro
Museos y parques Cierre por falta de fondos Smithsonian y monumentos nacionales cerrados

El bloqueo político se prolonga

El Senado no volverá a reunirse hasta el martes 14 de octubre debido al festivo nacional, retrasando de nuevo la votación del presupuesto provisional. Ninguno de los dos proyectos —ni el republicano ni el demócrata— ha alcanzado los 60 votos necesarios para avanzar, lo que anticipa una tercera semana de cierre.

El pulso político mantiene paralizado al país y eleva la tensión institucional en plena crisis presupuestaria

La disputa, centrada en los subsidios del programa sanitario Obamacare, se ha convertido en una batalla de poder entre la Casa Blanca y la oposición. Mientras Trump busca forzar concesiones bajo presión, los demócratas se niegan a aprobar un presupuesto que incluya recortes sociales.

El cierre del Gobierno federal deja ya efectos visibles sobre la población y el aparato del Estado. Con el país al borde del colapso funcional, el desenlace dependerá de la capacidad del Congreso para alcanzar un acuerdo que frene la primera crisis institucional de gran alcance del mandato de Trump.

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