El estudio, el más completo desde 2014, analiza el estado de más de 270 enclaves naturales y muestra un empeoramiento sostenido. En apenas cinco años, las perspectivas positivas de conservación han caído cinco puntos, mientras la mitad de los lugares carece de gestión o financiación adecuada.
La degradación de los ecosistemas se acelera
La proporción de sitios con una evaluación positiva ha descendido del 62% en 2020 al 57% en 2025, mientras aumentan los de “preocupación significativa” y “preocupación crítica”.
Los enclaves con mayor biodiversidad son los que sufren más por el impacto combinado del clima, las especies invasoras y la presión humana
| Perspectiva de conservación | 2020 | 2025 |
|---|---|---|
| Positiva | 62% | 57% |
| Preocupación significativa | 31% | 35% |
| Preocupación crítica | 7% | 8% |
Fuente: UICN, Perspectiva del Patrimonio Mundial 2025
El cambio climático y las invasoras dominan el riesgo
El cambio climático afecta ya a casi la mitad de los sitios naturales del Patrimonio Mundial, un salto de diez puntos frente a 2020. Las especies exóticas invasoras se mantienen como la segunda amenaza más frecuente, presentes en el 30% de los lugares analizados.
Ambos factores se refuerzan mutuamente: el calentamiento global favorece la expansión de especies no autóctonas que desplazan a las locales y alteran hábitats enteros.
El calentamiento global no solo transforma paisajes, también amplía el territorio de plagas y enfermedades que amenazan la fauna y la flora
El informe destaca, además, el crecimiento de patógenos que afectan a animales y plantas. El número de sitios con amenaza alta o muy alta por enfermedades ha subido del 2% al 9% en cinco años. Entre los más graves figuran el virus del Ébola, la gripe aviar y la quitridiomicosis, que han alterado ecosistemas en África, América y Asia.
Gestión deficiente y falta de financiación
La UICN advierte de que solo el 50% de los sitios naturales dispone de protección y gestión efectivas, mientras uno de cada siete (15%) está en alto riesgo por la falta de recursos estables.
La falta de financiación y la presión de actividades humanas externas comprometen la resiliencia de los enclaves más emblemáticos del planeta
El informe añade que las amenazas externas —deforestación, minería o turismo masivo— siguen sin control en el 62% de los casos. La organización insta a reforzar la cooperación internacional y a implicar a las comunidades locales en la conservación.
Mejoras puntuales en África
Aunque el panorama general es preocupante, trece sitios mejoraron su perspectiva entre 2020 y 2025. Entre ellos destacan los parques de Dja (Camerún), Salonga y Garamba (RDC) y Niokolo-Koba (Senegal), que pasaron de “preocupación crítica” a “significativa” gracias a la reducción de la caza furtiva y al trabajo conjunto con las comunidades locales.
Estos avances demuestran que una gestión bien financiada y sostenida puede revertir la degradación ambiental, incluso en contextos de alta vulnerabilidad.
Un reto global que exige cooperación
Los autores del informe insisten en la necesidad de más inversión, planificación adaptativa y participación social. También reclaman integrar la salud de los ecosistemas en las políticas climáticas y sanitarias internacionales.
Grethel Aguilar, directora general de la UICN, resume la urgencia del momento: “Proteger el Patrimonio Mundial no es solo preservar lugares emblemáticos, sino proteger los cimientos mismos de la vida, la cultura y la identidad”.
La UICN presentará estas conclusiones en la próxima Conferencia Mundial de Patrimonio Natural, donde se debatirán nuevos mecanismos financieros y compromisos climáticos. Si no se actúa con rapidez, advierte el informe, muchos de estos tesoros naturales podrían perder su valor universal antes de 2050.











