El cambio climático: ¿desencadenante de la próxima crisis económica mundial?

Deuda Pública

El cambio climático: ¿desencadenante de la próxima crisis económica mundial?

Los países en desarrollo son intrínsecamente más vulnerables al riesgo climático, pero los más ricos no escaparán tampoco de las consecuencias.

Cambio climático

Cambio climático

La crisis desatada por la pandemia del covid-19 se ha combatido mediante un aumento considerable del endeudamiento de los gobiernos de todo el mundo. Y esa deuda puede actuar como bomba de relojería ante el otro gran desafío al que se enfrenta el planeta: el cambio climático.

Los inversores en bonos soberanos deben tener en cuenta los riesgos derivados del impacto del cambio climático en sus decisiones de asignación de acuerdo con un informe de FTSE Russell. Las primeras rebajas de la calificación crediticia relacionadas con el clima podrían llegar antes de lo que se piensa. En el peor de los casos, países en vías de desarrollo, como Malasia, Sudáfrica, México, pero también economías más ricas, como Italia, podrían dejar de pagar su deuda en 2050,

Aunque los países en desarrollo son intrínsecamente más vulnerables a la subida del nivel del mar y a la sequía, los más ricos no escaparán a las consecuencias del cambio climático. FTSE Russell explica que el cambio climático implica dos categorías de riesgos para los actores financieros: los de los impactos físicos y los de la transición a una economía neutra en carbono.

“Los gobiernos están expuestos tanto al riesgo de transición como al riesgo físico relacionado con el cambio climático, y según todas las métricas estos riesgos son importantes y van en aumento”, avisan los autores del informe, que realizan sus cálculos en base al escenario más pesimista (RCP 8.5).

Riesgos físicos

Los países están expuestos a los riesgos relacionados con los efectos físicos del cambio climático. Solo en 2017, tres grandes tormentas en EEUU costaron al gobierno al menos 265.000 millones de dólares.

Según explica FTSE Russell, los diferentes efectos del aumento de la temperatura en los países deben a un factor principal: la heterogeneidad de sus condiciones climáticas iniciales. “La mayor temperatura media actual en torno al ecuador da lugar a mayores daños estimados por el calentamiento global en esa región”.

En general, la mayoría de los países del Índice Mundial de Bonos del Estado FTSE (WGBI) sufrirían un impacto negativo del calentamiento global no mitigado. Solo Noruega y Finlandia podrían beneficiarse ligeramente de un aumento de la temperatura. Sin embargo, “estos impactos positivos deben interpretarse con mucha cautela. Más allá de los efectos de los fenómenos extremos y del aumento del nivel del mar que no se captan, los daños muy elevados que probablemente sufrirían la mayoría de los países en un escenario de este tipo tendrían repercusiones negativas en el comercio exterior o la estabilidad política, por ejemplo”.

Transición ecológica

Pero también existe lo que los autores denominan “riesgo de transición”, relacionado con los costes asociados a la transición de los países hacia una economía más ecológica. Por ejemplo, la creciente preocupación por el cambio climático -y el consiguiente aumento de la regulación- hace que muchos países desarrollen planes para reducir las emisiones de carbono. Las Naciones Unidas estiman que tal empresa requeriría invertir alrededor de 1 billón de dólares al año durante 30 años, y que este gasto sería financiado en gran parte por los gobiernos.

Con la mayor relación entre costes de reducción y PIB, Sudáfrica, México, Polonia, EEUU, Australia y Canadá se encuentran entre los países del índice FTSE WGBI más expuestos a los riesgos de transición. “La situación parece aún más preocupante para los países en los que el año de agotamiento de su presupuesto de carbono está muy cerca, especialmente Australia, EEUU y Canadá (respectivamente 2025, 2026 y 2026, frente a 2031 en el caso de Polonia y 2036 en el de Sudáfrica, como ejemplos).

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