La crisis climática continúa dejando su huella más letal en Europa. Entre el 23 de junio y el 2 de julio de 2025, una intensa ola de calor azotó varias ciudades del continente, con España como uno de los países más golpeados. Un estudio liderado por científicos del Imperial College y la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres concluye que el calentamiento global inducido por el ser humano triplicó las muertes provocadas por el calor. Las cifras en Madrid y Barcelona reflejan una tragedia silenciosa con cientos de víctimas.
El impacto del cambio climático en la salud pública
El análisis, publicado este miércoles, se centró en 12 grandes ciudades europeas: Madrid, Barcelona, Lisboa, París, Londres, Frankfurt, Milán, Roma, Sassari (Cerdeña), Atenas, Budapest y Zagreb. Todas ellas habían emitido alertas por calor durante la ola registrada a finales de junio.
El resultado fue alarmante: 2.300 personas murieron por las altas temperaturas, pero según el estudio, si no existiera el calentamiento global, esa cifra habría sido 1.500 muertes menor. Es decir, el 65% del exceso de mortalidad puede atribuirse directamente al cambio climático provocado por la quema de combustibles fósiles.
El cambio climático triplicó las muertes por calor entre el 23 de junio y el 2 de julio en ciudades europeas
Madrid y Barcelona, entre las más afectadas
En ese breve pero letal periodo de tiempo, Madrid registró 118 muertes por calor, de las cuales 108 estuvieron directamente relacionadas con el cambio climático. Por su parte, Barcelona sufrió 340 fallecimientos, y 286 se vincularon con el calentamiento global.
Lo más llamativo, según los investigadores, es que Madrid alcanzó una temperatura media más alta (30,16 ºC) que Barcelona (29,04 ºC), pero fue en la capital catalana donde se contabilizaron más muertes.
Barcelona presentó una mayor vulnerabilidad a pesar de tener temperaturas medias ligeramente más bajas
El estudio apunta a factores sociales no incluidos en el análisis, como la proporción de viviendas unipersonales vulnerables, para explicar esta diferencia entre ambas ciudades.
Las olas de calor se intensifican en el interior peninsular
Uno de los datos más preocupantes es el rápido aumento de la intensidad térmica en Madrid. En esta última ola de calor, se registró un incremento de 3,68 grados respecto a eventos anteriores, muy por encima de otras ciudades como Lisboa, donde el aumento fue de solo 1,13 grados.
Este fenómeno, según los científicos, tiene relación directa con la ubicación geográfica de Madrid, alejada del mar. El efecto regulador del océano modera el aumento de temperatura en las ciudades costeras.
Las personas mayores, las más vulnerables
El informe también pone el foco en los grupos de riesgo, especialmente las personas mayores. El 88% de las muertes atribuidas al cambio climático en este episodio de calor extremo fueron de personas de más de 65 años.
Las personas con afecciones médicas previas son las más expuestas a la muerte prematura durante las olas de calor
Este dato revela la necesidad urgente de planes de adaptación y protección social frente a los impactos del calentamiento global, especialmente en las ciudades más expuestas.