La economía alemana afronta uno de sus momentos más delicados de las últimas décadas. A un entorno global inestable y una industria debilitada, se suma ahora la amenaza de una nueva ronda de aranceles por parte de Estados Unidos. El Bundesbank advierte que, de aplicarse el gravamen del 30% a partir del 1 de agosto, Alemania podría encadenar su tercer año consecutivo sin crecimiento económico, un hecho inédito desde la fundación de la República Federal.
EEUU agrava la presión sobre la economía alemana
El Bundesbank advirtió en su informe de julio que la aplicación del arancel del 30% supondría un “riesgo considerable de recesión” para Alemania. El banco señala que los exportadores alemanes se enfrentarían a vientos en contra adicionales, precisamente cuando la economía del país no logra salir de su estancamiento.
En el segundo trimestre de 2025, el PIB alemán habría dejado de crecer, tras un impulso puntual del 0,4% registrado en los tres primeros meses del año. Ese leve repunte se debió, según el Bundesbank, al adelanto de entregas de productos ante el temor a los aranceles de EEUU y al repunte temporal de la producción industrial.
Alemania podría encadenar tres años consecutivos sin crecimiento económico, una situación sin precedentes
Bruselas intenta evitar una guerra comercial con Washington
Mientras tanto, la Comisión Europea mantiene congelados sus propios aranceles de represalia por valor de miles de millones de euros, con la esperanza de lograr un acuerdo negociado. El presidente estadounidense, Donald Trump, ha insinuado avances en las conversaciones, aunque no se ha alcanzado un consenso.
Actualmente, Estados Unidos aplica un arancel básico del 10% a las importaciones europeas, además de gravámenes sectoriales del 25% sobre automóviles y piezas, y del 50% al acero y aluminio. Este endurecimiento comercial pone en jaque a Alemania, que destina a EEUU cerca del 10% de sus exportaciones totales.
Nagel: acuerdo sí, pero no a cualquier precio
El presidente del Bundesbank, Joachim Nagel, remarcó la necesidad de alcanzar un acuerdo rápido con Estados Unidos, aunque aclaró que no debe hacerse “a cualquier precio”. Nagel subrayó que la incertidumbre arancelaria está perjudicando el desarrollo económico alemán.
A pesar de cierta mejora en el ánimo empresarial gracias a la promesa de inversiones públicas millonarias, el banco considera que la tendencia de fondo sigue siendo débil. Además, las empresas industriales siguen operando con baja utilización de capacidad, los consumidores se muestran cautelosos y el sector de la construcción está en crisis, mientras que el mercado laboral resiste de momento.
El IMK resta dramatismo pero confirma un lastre
En contraste con el pesimismo del Bundesbank, el Instituto de Macroeconomía y Coyuntura (IMK) califica el impacto de los nuevos aranceles como “doloroso pero soportable”. Según sus estimaciones, si el arancel del 30% entra en vigor, el crecimiento previsto del 0,2% en 2025 se frenaría, aunque 2026 podría recuperar un 1,2%.
El IMK considera que los aranceles afectarían la recuperación, pero no la detendrían
Los economistas del IMK, dirigidos por Sebastian Dullien, pronostican que incluso con las nuevas barreras comerciales, Alemania podría evitar una recesión prolongada si se mantiene la estabilidad del mercado laboral y las inversiones públicas se activan a tiempo.