Euro Digital
En su comparecencia ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, Fabio Panetta, miembro del Comité Ejecutivo del BCE, ha explicado que, «en el escenario base», un euro digital ofrecería a los usuarios un nivel de privacidad igual o mayor que el de las soluciones digitales privadas.
De este modo, únicamente los intermediarios podrían acceder a los datos personales y de las operaciones para asegurar el cumplimiento de las normas sobre prevención del blanqueo de capitales y de la financiación del terrorismo, y las disposiciones aplicables del Derecho de la UE.
«El anonimato total no es una opción viable», ya que generaría preocupación por que el euro digital pudiera utilizarse para fines ilícitos y haría virtualmente imposible limitar su uso como forma de inversión, y tal limitación es esencial desde la perspectiva de la estabilidad financiera, ha explicado.
Por tanto, los usuarios tendrían que identificarse cuando comiencen a utilizar un euro digital, mientras que los intermediarios supervisados, que son los candidatos naturales para distribuir el euro digital, son los mejor colocados para gestionar el proceso de integración de los nuevos usuarios.
Sin embargo, el ejecutivo italiano del BCE ha desvelado que la institución ha estudiado también «opciones que van más allá de este escenario y ofrecen mayor privacidad» en el caso de que los colegisladores se decantasen por esta posibilidad.
«En tal caso, el euro digital podría reproducir algunas de las características del efectivo», ha anunciado Panetta en referencia a dotar de un mayor nivel de privacidad al euro digital en lo que respecta a los pagos de menor cuantía, cuyo riesgo en términos de blanqueo de capitales, financiación del terrorismo o incumplimiento del Derecho pertinente de la UE «suele ser bajo».
«En consecuencia, estamos investigando una funcionalidad sin conexión en la que solo el usuario conozca los saldos y el importe de las operaciones. Para limitar los riesgos, se establecería un máximo para esos saldos y pagos privados sin conexión», ha señalado Panetta.
En este sentido, ha puesto como ejemplo la posibilidad de contar con un chip con capacidad para almacenar hasta 200 euros digitales, cuyo riesgo de que se emplee para blanquear capitales «no parece mucho mayor que el de un billete físico de 200 euros», especialmente si el chip requiere autenticación biométrica para utilizarlo.
No obstante, el italiano ha señalado que si se permitiera un mayor nivel de privacidad en los pagos de menor importe, este debería aplicarse a cualquier operación en la zona del euro, lo que requeriría un marco armonizado para comprobaciones simplificadas, como prevé el paquete sobre prevención del blanqueo de capitales y de la financiación del terrorismo de la Comisión Europea de julio de 2021.
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