“El ciclo inmobiliario residencial de la zona del euro ha entrado en fase de corrección, agravando la vulnerabilidad de los hogares de la eurozona”, asegura la institución que preside Christine Lagarde, que añade que la “moderación” de precios es “evidente” en la mayoría de los países que comparten la moneda única y, en particular, aquellos que se vieron menos afectados en anteriores crisis, como es el caso de Alemania.
El BCE ve “justificada” una “corrección ordenada de precios” por la sobrevaloración del mercado, si bien advierte de que estas caídas podrían llegar a ser “desordenadas” como consecuencia de las subidas de los tipos de interés, que puede comprometer la asequibilidad de los nuevos préstamos hipotecarios y aumentar la carga de intereses de los existentes, especialmente en los países en los que predominan las hipotecas a tipo variable.
“Así lo indica también el número récord de bancos —una cifra mayor incluso que la de la crisis financiera mundial— que informan de un descenso de la demanda de hipotecas en el primer trimestre de 2023”, añade.
La autoridad monetaria recuerda también que las entidades financieras de la zona del euro ya han endurecido “considerablemente” los criterios de concesión de créditos hipotecarios, en un contexto de subida vertical del precio del dinero y de deterioro de las perspectivas del mercado de la vivienda.
MAYORES CAÍDAS EN MERCADOS CON MÁS INVERSORES INSTITUCIONALES
Además, advierte de que el ritmo de caídas de los precios de la vivienda podría amplificarse aún más en los países y regiones donde la presencia de inversores institucionales es fuerte.
En el caso de España, esta mayor presencia se centra en la Comunidad de Madrid, donde el volumen total de las transacciones en el mercado inmobiliario residencial de estos inversores entre 2008 y 2020 se situó entre el 0,1% y el 0,5% del PIB; seguido por Cataluña y Comunidad Valenciana, por debajo del 0,1%.
