De acuerdo a este observatorio, una de cada cuatro viviendas de alquiler, el 24,29%, en el centro de la capital es para turistas. A continuación, se situaría Málaga, con el 20,95%. O lo que es lo mismo, uno de cada cuatro alquileres.
“El peso de los alquileres turísticos es relevante en algunas zonas muy concretas, como el distrito Centro de Madrid, el distrito de Ciutat Vella de Barcelona o las ciudades de Málaga y San Sebastián”, recoge el estudio. “En estos lugares”, apunta, “incorporar esta oferta al mercado residencial supondría un incremento del 24,29%, del 10,64%, del 20,95% o del 10,82%, respectivamente”.
Dicho esto, sostiene que “salvo en algunas excepciones, la incorporación de las viviendas en régimen turístico al mercado del alquiler tradicional no supondría un incremento relevante de la oferta de viviendas en alquiler”.
Respecto a la situación en Madrid, y a pesar de los datos del centro de la capital, en otras zonas, “el peso del alquiler turístico es poco relevante”. En algunos distritos las viviendas turísticas “no llegan al 2%”. “De hecho, en la mayoría de distritos, como Vicálvaro, Villa de Vallecas, Moratalaz o Villaverde, su presencia es prácticamente inexistente”, afirma.
En su conjunto, si todas las viviendas turísticas de la capital se incorporaran al mercado tradicional, la oferta crecería un 5,09%, según el Observatorio del Alquiler.
Situación en Barcelona
“Algo parecido sucede en Barcelona”, continúa, donde distritos como Ciutat Vella o Eixample concentran un 4,17% y un 2,96%, respectivamente, de inmuebles de uso turístico con respecto al total de viviendas. Sin embargo, “en el resto de zonas el peso es inferior al 1,5%, e incluso en lugares como Nou Barris, Sant Andreu, Horta Guinardó o Les Corts el peso es prácticamente irrelevante”. En el conjunto de la ciudad, si todas estas viviendas recayesen en el mercado de vivienda residencial, el aumento sería del 5,31%.
Valencia, Las Palmas, Bilbao…
En otras grandes capitales, como Valencia, Las Palmas de Gran Canaria, Santa Cruz de Tenerife, Bilbao o Palma de Mallorca, el estudio considera que el peso de los alquileres turísticos respecto del total de inmuebles es “relevante debido a la importancia de sus sectores turísticos, pero, en todos los casos, la incorporación de estas viviendas al mercado residencial no supondría en ningún caso un incremento de más del 10%”. En concreto, destaca el caso de Valencia, donde sería un 9,86%, y las Palmas de Gran Canaria, con un 9,72%.
En el caso de la otra capital canaria, el aumento sería del 6,17%, mientras que en Bilbao sería un 5,97% y en Palma se quedaría en el 4,66%.
“Pese a que en esos lugares con más turismo el peso de los alquileres en régimen turístico es muy alto, la realidad es que su presencia es muy desigual y no afecta de igual manera a todas las zonas de una ciudad”, señala Cardona, analista del observatorio. “La incorporación de las viviendas turísticas al mercado de vivienda residencial no sería suficiente para resolver el problema de la escasez de oferta”, añade.