El 8M Madrid reivindica que la lucha feminista es «un grito global de diversos pensamientos» unido contra el patriarcado

Madrid

El 8M Madrid reivindica que la lucha feminista es «un grito global de diversos pensamientos» unido contra el patriarcado

"Luchamos para que las mujeres seamos dueñas de nuestros cuerpos, nuestros deseos y nuestras decisiones".

Huega feminista 8m 2019

La Comisión 8M de Madrid reivindica en el manifiesto lanzado con motivo del Día Internacional de la Mujer, que se celebra el 8 de marzo, que la lucha feminista es «un grito global de diversos pensamientos» en el que están «unidas contra el patriarcado y dispuestas a dar la batalla para construir unas vidas mejores».

«Luchamos para que las mujeres seamos dueñas de nuestros cuerpos, nuestros deseos y nuestras decisiones, para que las personas disidentes sexuales, especialmente las mujeres trans, dejemos de sufrir agresiones y múltiples violencias, y por una sociedad que respete y valore la diversidad funcional, la diversidad sexual, y la diversidad de identidad y/o expresión de género», sostiene en el texto consensuado, que el día 8M se leerá en distintos barrios de Madrid, y tras la manifestación convocada a las 17.00 horas.

«Nuestros cuerpos no son mercadería ni objetos para ser cosificados y utilizados como reclamo, y nuestros procesos de vida no son enfermedades», apostilla el 8M de Madrid, que tras convocar en 2018 y 2019 una huelga feminista el 8 de marzo, mientras que en 2020 ha optado por una ‘Revuelta Feminista’ durante el mes previo.

Según reclaman, las mujeres necesitan «una vida con derechos todos los días del año». «Queremos cambiarlo todo, queremos estar todas, entendiendo las diferentes realidades que nos atraviesan a cada una», remarcan desde la Comisión, que subraya que el «propio deseo de vidas dignas y con derechos para todas» enfrenta a quienes «buscan el beneficio económico de una minoría y hacen su política desde la mentira y el desprecio a las mujeres, desde el miedo, la victimización y el resentimiento». En este contexto, el 8M reivindica el desarrollo «de lazos de apoyo y solidaridad entre todas».

Desde el 8M Madrid exigen que se consideren las violencias machistas como una cuestión de Estado, apuntando que en los que va de año son «18 las mujeres asesinadas», y que se ponga fin a todas las «que sufren cotidianamente y que se invisibilizan o normalizan en todos los ámbitos y espacios vitales».

Asimismo, también denuncian la violencia sexual que afecta más a «a mujeres en situación de vulnerabilidad, como somos las mujeres migradas, las trabajadoras domésticas, las mujeres con diversidad funcional, las tuteladas y las mujeres con problemas de salud mental que sufren violencia quedando sus derechos desprotegidos».

También reclama la erradicación de cualquier tipo de violencia obstétrico-ginecológica que se ejerzasobre las mujeres y exigen que «el aborto esté fuera del Código Penal y se reconozca como un derecho de las mujeres para decidir sobre su cuerpo y maternidad, y «que se respete la autonomía de las mujeres de 16 y 17 años para decidir».

Asimismo, denunciar el castigo que recae sobre las mujeres «por su diversidad, por edad, por ser migradas y por estar racializadas, por tener diversidad funcional o una imagen alejada de la normatividad.

En este contexto, reivindican que un mercado laboral basado en la igualdad, para que la situación laboral permita a las mujeres desarrollar un proyecto vital con dignidad y autonomía y que el empleo se adapte a las necesidades de la vida para que el embarazo o los cuidados no puedan ser objeto de despido ni de marginación laboral», entre otras cosas.

Asimismo, piden la cotitularidad de las pensiones y que el tiempo dedicado a tareas de cuidado o desarrolladas en el campo, sea reconocido en el cálculo de las pensiones al igual que el trabajo en el mercado laboral, al tiempo que reclaman la ratificación del Convenio 189 de la OIT que regula el trabajo doméstico.

«Como feministas, nos oponemos con firmeza al neoliberalismo salvaje que se impone como pensamiento único a nivel mundial y que destroza nuestro planeta y nuestras vidas» apuntan, destacado el papel «primordial» de mujeres en la lucha contra el cambio climático y en la preservación de la biodiversidad.

De nuevo, la Comisión ha expresado su antimilitarismo y se declaran antirracistas. Asimismo exigen que la perspectiva feminista sea transversal a todas las disciplinas y a todos los niveles; una educación «libre de valores heteropatriarcales, así como que la educación afectivo-sexual esté contemplada en el currículo escolar y sea integral, libre de estereotipos sexistas, capacitistas, racistas y LGTBIfóbicos».

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