El encuentro entre Trump y Von der Leyen en el complejo de Turnberry ha servido para sellar un acuerdo histórico que, según ambas partes, aporta “certidumbre y estabilidad” al comercio transatlántico. Frente al riesgo de una guerra comercial, Washington y Bruselas han pactado un enfoque de compromiso que incluye aranceles reducidos, inversiones estratégicas y un renovado impulso a la cooperación energética y militar.
Arancel del 15% a las exportaciones europeas
El punto central del acuerdo es la imposición de un arancel fijo del 15% a la “gran mayoría de las exportaciones europeas”, en sustitución del 30% que EEUU había amenazado aplicar a partir de agosto. Productos como automóviles, semiconductores y parte del sector farmacéutico estarán sujetos a esta nueva tasa, aunque existe cierta confusión sobre si los fármacos quedan finalmente incluidos, ya que Trump aseguró que estaban excluidos, mientras que Von der Leyen afirmó lo contrario.
Dentro del pacto también se contempla un compromiso mutuo de aplicar aranceles cero en ciertos productos estratégicos, como componentes aeroespaciales, químicos, agrícolas y materias primas clave para la industria.
El nuevo marco comercial reemplaza amenazas previas de sanciones y estabiliza el flujo de mercancías entre ambas regiones, con un mercado conjunto de 800 millones de consumidores
Compras energéticas y militares por más de 1,3 billones
Uno de los aspectos más significativos del acuerdo es el compromiso de la UE de comprar energía estadounidense por 750.000 millones de dólares (unos 638.000 millones de euros). A esto se suma una inversión adicional de 600.000 millones de dólares (510.000 millones de euros) en equipamiento militar de fabricación estadounidense.
Según Trump, el acuerdo es “el mayor de todos”, mientras que Von der Leyen destacó que ayudará a diversificar el suministro energético europeo y reducir la dependencia de los hidrocarburos rusos.
La UE busca con este pacto reforzar su autonomía energética y militar, en un contexto marcado por los conflictos en Ucrania y Gaza
Evitar una guerra comercial con un “acuerdo satisfactorio”
Tanto Trump como Von der Leyen subrayaron el carácter constructivo y pragmático de la negociación. “Ambos queríamos un acuerdo”, declaró el presidente estadounidense, tras un simbólico apretón de manos en el campo de golf escocés.
Von der Leyen, por su parte, agradeció el “liderazgo” de Trump, pese a que lo calificó de “negociador duro”, y destacó que el acuerdo “no fue fácil”, pero representa una “solución de compromiso” para evitar un conflicto comercial a gran escala.
Con un volumen de comercio bilateral de 1,7 billones de dólares anuales, este pacto busca blindar una de las relaciones económicas más importantes del planeta
Una alianza estratégica en plena reconfiguración global
El contexto del acuerdo también tiene una dimensión geopolítica. La visita de Trump a Escocia se enmarca en un viaje personal, pero incluye también encuentros con líderes como el primer ministro británico Keir Starmer, con quien abordará temas como la guerra en Ucrania y el conflicto en Gaza.
La decisión de reforzar los lazos comerciales y estratégicos entre EEUU y la UE puede verse como una respuesta a las tensiones globales y la presión de potencias como China y Rusia. Según Von der Leyen, seguirán trabajando para ampliar la lista de productos con arancel cero y reforzar la cooperación bilateral.