Las tensiones comerciales entre las dos mayores potencias del mundo vuelven a escena. Tras varios intentos diplomáticos en Ginebra, Londres y Estocolmo, el futuro de la suspensión de los aranceles bilaterales entre Estados Unidos y China sigue en el aire. Mientras el reloj avanza hacia el 12 de agosto, ambas partes se muestran dispuestas a seguir dialogando, pero sin avances concretos.
Ambos funcionarios han abandonado Estocolmo sin anunciar una fecha para una nueva ronda de negociaciones ni un calendario concreto para tomar una decisión definitiva
Washington espera la decisión final de Trump
El representante comercial de EEUU, Jamieson Greer, ha confirmado que volverá a Washington para consultar directamente con el presidente Donald Trump la posibilidad de renovar la tregua arancelaria. La decisión final, ha dicho, recaerá exclusivamente en la Casa Blanca.
Por su parte, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, ha sido tajante: “No hay nada acordado hasta que hablemos con el presidente Trump”. Esta dependencia de la voluntad del mandatario deja en suspenso los compromisos alcanzados en las reuniones previas, celebradas en Europa.
China insiste en una prórroga pero sin plazo definido
Desde el lado chino, el vice ministro de Comercio, Li Chenggang, ha insistido en que su Gobierno sigue comprometido con una “prórroga continuada” de la suspensión de aranceles. Sin embargo, Pekín no ha ofrecido detalles sobre cuándo ni por cuánto tiempo podría extenderse la medida.
China insiste en que la escalada arancelaria ha afectado gravemente al comercio bilateral y presiona para mantener la pausa mientras se avanza hacia un acuerdo comercial más amplio. No obstante, Pekín también ha dejado claro que está preparada para responder si se reactiva la ofensiva arancelaria estadounidense