El secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, ha confirmado desde Kuala Lumpur que el pacto “sienta las bases” para la reunión que mantendrán esta semana Donald Trump y Xi Jinping en Corea del Sur. El entendimiento supone un alto provisional en la escalada arancelaria que preocupaba a los mercados y a la industria tecnológica.
Un respiro en plena escalada comercial
El anuncio llega en un momento clave, tras semanas de incertidumbre sobre la posible aplicación de aranceles del 100% a las importaciones chinas. Según Bessent, el marco acordado incluye medidas temporales que permitirán a ambos países continuar las conversaciones antes de la cumbre presidencial.
El entendimiento “beneficiará a los ciudadanos estadounidenses, a los agricultores y al conjunto de la economía”, aseguró el secretario del Tesoro
Por su parte, el representante chino para Comercio Internacional, Li Chenggang, habló de un “consenso preliminar” que abarca cuestiones sensibles como las exportaciones tecnológicas y las materias primas estratégicas.
La tregua arancelaria ha sido recibida con alivio por los principales socios comerciales de ambos países, que temían un nuevo aumento de costes logísticos y una disrupción en las cadenas globales de suministro.
Las tierras raras, pieza clave del acuerdo
Uno de los puntos centrales del pacto es el aplazamiento de los controles a la exportación de tierras raras anunciados por Pekín, un conjunto de minerales esenciales para la fabricación de chips, vehículos eléctricos y equipamiento militar.
La relajación temporal de las medidas chinas busca evitar un impacto inmediato sobre la industria tecnológica global
China controla alrededor del 70% del suministro mundial de tierras raras y su uso estratégico ha sido motivo de fricción con Washington. El compromiso alcanzado aliviará, al menos de forma temporal, la presión sobre los fabricantes occidentales dependientes de estos materiales.
Elementos principales del acuerdo marco EE.UU.–China (octubre 2025)
| Aspecto | Contenido principal |
|---|---|
| Aranceles previstos por EEUU | Aplazamiento de la subida adicional del 100% |
| Controles de exportación chinos | Suspensión temporal sobre tierras raras |
| Comercio agrícola | Compromiso preliminar para ampliar las compras chinas |
| Tecnología y seguridad | Continuación del diálogo sobre restricciones tecnológicas |
| Próximos pasos | Reunión Trump–Xi en Corea del Sur esta semana |
(Datos oficiales de Tesoro de EEUU y Ministerio de Comercio de China, 26 de octubre de 2025)
Consecuencias para la economía global
El acuerdo no resuelve la totalidad del conflicto, pero marca un punto de inflexión. Los mercados bursátiles asiáticos reaccionaron con subidas moderadas, mientras los analistas prevén que el pacto aporte estabilidad a corto plazo.
Para el Tesoro estadounidense, el objetivo es “construir una base de confianza” que permita renegociar el acceso a productos estratégicos y reducir la dependencia mutua
El alivio llega en un contexto de enfriamiento económico global y de presiones inflacionistas derivadas de los costes de transporte y materias primas. También ofrece a Trump un impulso político antes del encuentro con Xi Jinping, en el que podrían discutirse los términos de un acuerdo comercial más amplio.
Mirando hacia la cumbre
La reunión prevista para esta semana en Corea del Sur será decisiva. Allí podrían definirse los plazos para revisar los aranceles y establecer un mecanismo permanente de seguimiento. Ambos países aspiran a transformar este marco inicial en un tratado más amplio que evite un nuevo ciclo de represalias comerciales.
La reunión entre Trump y Xi Jinping determinará si el “acuerdo marco” se convierte en un punto de inflexión o en una tregua temporal
El acercamiento entre Washington y Pekín reduce momentáneamente el riesgo de una nueva guerra comercial y reequilibra el tablero geoeconómico. Sin embargo, el desenlace dependerá de la voluntad política de ambos líderes. Lo cierto es que, tras años de tensiones y sanciones cruzadas, EEUU y China parecen dispuestos a ensayar una etapa de distensión controlada, con la vista puesta en mantener el pulso económico sin quebrar la estabilidad global.









