Estados Unidos ha registrado una contracción económica en el primer trimestre de 2025, un hecho que no ocurría desde el estallido de la pandemia en 2020. La Oficina de Análisis Económico (BEA), dependiente del Departamento de Comercio, atribuye este retroceso principalmente a un aumento de las importaciones –que restan al PIB– y a una disminución del gasto público. Este escenario abre interrogantes sobre la fortaleza de la recuperación económica tras los altibajos inflacionarios de 2023 y 2024.
Importaciones al alza y menos gasto público: los motores de la contracción
La BEA subraya que el aumento de las importaciones ha sido uno de los principales factores negativos, ya que estas restan en el cálculo del PIB. A ello se suma una menor contribución del gasto gubernamental, lo que refleja un entorno más restrictivo por parte de las administraciones públicas. Aunque el consumo privado se mantuvo estable, no logró compensar los efectos negativos del resto de componentes.
La combinación de importaciones crecientes y menor gasto estatal arrastró al PIB estadounidense a terreno negativo por primera vez desde la pandemia
Contraste con Europa: una caída casi imperceptible en términos trimestrales
Mientras que en EEUU se utiliza la tasa anualizada para medir la evolución del PIB, en Europa se prefiere la variación trimestral. En este formato, la economía estadounidense apenas cayó un 0,1%, lo que suaviza la magnitud del frenazo. No obstante, el dato marca un giro claro respecto a la tendencia positiva de finales de 2024 y plantea dudas sobre la evolución para el resto del año.
Si el PIB volviera a caer en el segundo trimestre, EEUU entraría en recesión técnica según la definición habitual
Perspectivas: ¿estancamiento o ajuste transitorio?
Aunque se trata de un dato preliminar, la contracción del PIB podría indicar un posible estancamiento económico si se confirma en futuras revisiones. Los analistas vigilan de cerca la evolución del mercado laboral, el consumo y las decisiones de la Reserva Federal, que hasta ahora ha mantenido una política monetaria prudente. Una segunda caída consecutiva podría llevar oficialmente a EEUU a recesión técnica.