La lectura muestra que servicios bajó a 53,9 (desde 54,5) y manufactura a 52,0 (desde 53,0), dos caídas que, aun dentro de terreno expansivo, reflejan menor empuje de la demanda. En paralelo, los contactos de las empresas describen un entorno de pedidos más contenidos y contratación que avanza con mayor prudencia.
El crecimiento se sostiene, pero pierde intensidad por segundo mes consecutivo
Lecturas clave del PMI
Indicador | Sep. | Ago. | Señal |
---|---|---|---|
PMI compuesto | 53,6 | 54,6 | Expansión más lenta |
PMI servicios | 53,9 | 54,5 | Expansión moderada |
PMI manufactura | 52,0 | 53,0 | Expansión más contenida |
Precios de insumos | 62,6 | 60,8 | Costes aceleran |
Precios cobrados | 56,0 | 58,3 | Precios finales se moderan |
Costes al alza por aranceles, precios finales más contenidos
Las compañías volvieron a señalar los aranceles como principal origen del encarecimiento de insumos, con el índice de precios de entrada avanzando a 62,6. Sin embargo, el poder de fijación se ve limitado por la atonía de la demanda y la competencia, lo que deja el índice de precios cobrados en 56,0, su avance más débil desde abril.
Los márgenes se estrechan: suben los costes, pero los precios de venta no acompañan en la misma medida
En manufactura, el menor dinamismo comercial se combina con un aumento de existencias de productos no vendidos, coherente con ventas más frías que meses atrás.
¿Qué mira el mercado? Tipos, inflación y lectura de final de trimestre
De fondo, los datos son compatibles con una inflación al consumidor que permanece por encima del 2% en los próximos meses, aunque el frenazo en precios cobrados sugiere menos presión que a comienzos del verano. Además, la confianza empresarial repuntó respecto al mes previo, apoyada en la expectativa de que bajadas de tipos de interés amortigüen el impacto de aranceles y la incertidumbre política.
El escenario base sigue siendo de crecimiento moderado sin señales de recesión inminente
El mensaje de septiembre es claro: Estados Unidos mantiene crecimiento, pero más lento; los costes suben y los precios finales se moderan, lo que puede aliviar la inflación a corto plazo a costa de márgenes más ajustados. El último trimestre del año quedará marcado por la sensibilidad a los tipos, la evolución de los aranceles y la tracción de la demanda.