La condena judicial contra Marine Le Pen por el desvío de fondos europeos ha generado una reacción inmediata desde Washington. El Departamento de Estado de EEUU ha mostrado su inquietud por lo que considera una posible vulneración de principios democráticos, al tiempo que ha recordado casos similares en otras democracias occidentales, como el del expresidente Donald Trump.
Washington cuestiona la exclusión política de Le Pen
La portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, ha calificado este lunes como «particularmente preocupante» la inhabilitación de Marine Le Pen, señalando que Occidente debe hacer más que predicar valores democráticos: «Tenemos que vivirlos».
Durante una rueda de prensa, Bruce hizo un paralelismo entre este caso y el que atraviesa Donald Trump, al que describió como víctima de un «lawfare agresivo y corrupto», insistiendo en que el derecho a participar del proceso político debe estar garantizado, independientemente del punto de vista ideológico.
“La exclusión de personas del proceso político es particularmente preocupante”, sentenció Bruce ante los medios
Condena por desvío de fondos europeos
Le Pen ha sido condenada este lunes a cuatro años de prisión, de los cuales dos serán de cumplimiento efectivo bajo libertad vigilada, además de una multa de 100.000 euros y cinco años de inhabilitación para ejercer cargos públicos.
El tribunal la encontró culpable de liderar una trama de desvío de 2,9 millones de euros provenientes de fondos europeos, que fueron utilizados para pagar a trabajadores de su partido, Agrupación Nacional, simulando que actuaban como asistentes parlamentarios entre 2004 y 2016.
En total, 23 personas han sido condenadas, incluyendo figuras clave del partido, con penas de entre seis meses y cuatro años. Solo uno de los acusados ha sido absuelto
Repercusiones políticas en Europa
La condena de Le Pen reabre el debate sobre la judicialización de la política en Europa y sus efectos en los liderazgos emergentes. En Francia, la decisión judicial llega en un momento crítico para Agrupación Nacional, que mantiene altas expectativas de cara a las elecciones europeas de junio.
Desde sectores de la derecha y la ultraderecha europea ya se denuncia un intento de apartar a sus líderes mediante procedimientos judiciales. Le Pen, por su parte, ha denunciado una «persecución política» y se prepara para apelar la sentencia.