“Traducido a varios idiomas”, recuerda la Fundación Princesa de Asturias, la obra de Eduardo Mendoza, generalmente ambientada en Barcelona y que se inició con la publicación de la novela La verdad sobre el caso Savolta en 1975, muestra un estilo en el que se mezclan elementos propios de la novela gótica, la ciencia ficción o la novela negra, así como un particular sentido del humor, la sátira y la parodia”.
El jurado destaca la “decisiva aportación” de Mendoza a las letras en lengua española del último medio siglo, “con un conjunto de novelas que combinan la voluntad de innovación con la capacidad de llegar a un público muy amplio, y que gozan de extenso reconocimiento internacional”.
“Su prosa clara engloba tanto el lenguaje popular como los cultismos más inesperados”, continúa. En sus libros “sobresalen el sentido del humor y la visión desenfadada y humanista de la existencia” y los miembros del jurado afirman que Eduardo Mendoza “es un proveedor de felicidad para los lectores, y su obra tiene el mérito de llegar a todas las generaciones, que hoy se reconocen en sus luminosas páginas”.