¿Eurobonos sin reticencias de Alemania? Puede ser una realidad

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¿Eurobonos sin reticencias de Alemania? Puede ser una realidad

Sede del BCE

Los hombres de Draghi comienzan a analizar la idea del bono europeo seguro que puso sobre la mesa el profesor de la Universidad de Princeton Markus Brunnermeier. Hace ya cinco años, el debate en el seno de la Unión Europea sobre la posibilidad de emitir eurobonos se cortó de raíz ante la tajante negativa del Gobierno de Merkel a que se mutualizase la deuda de los diferentes países. Pero, ¿y si fuera posible crear un bono seguro europeo que no requiriese para ello el respaldo de Alemania?
 
La idea del bono europeo seguro (european safe bond o esbies en inglés) ha estado rondando los círculos académicos desde hace varios años, después de que un grupo de economistas, incluyendo el profesor de la Universidad de Princeton Markus Brunnermeier, la propusiera por primera vez en 2011. Sin embargo, según publica Bloomberg, la idea ya habría dado el salto desde las universidades hasta los responsables de la política monetaria.
 
Un panel de expertos del Consejo Europeo de Riesgo Sistémico (ESRB por sus siglas en inglés), que reporta directamente al presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ya estaría estudiando el concepto, señala la agencia. La semana pasada, el francés Benoit Coeure, miembro del consejo de la institución, mencionó esta idea como un camino abierto para la región durante un discurso en la Universidad de Harvard.
 
Simplificando, así es como funcionaría este sistema: una entidad pública o privada designada compraría la deuda de los gobiernos de la zona del euro. Esta tarea podría recaer en el sector privado, o en una agencia europea como el Mecanismo Europeo de Estabilidad (ESM) o incluso el propio BCE. Esta institución empaquetaría los títulos dividiéndolos entre seguros (senior) y menos seguros (junior) y los vendería en los mercados de todo el mundo.
 
En la medida en que los países continuarían emitiendo sus propios bonos y no habría garantías, no existiría mutualización entre los países, lo que ayudaría a despejar los obstáculos políticos que frenaron la emisión de los eurobonos, según Brunnermeier.
 
Bajo este sistema, los inversores además podrían comprar deuda de la eurozona en su conjunto en lugar de la de un país en particular, lo que también impediría en principio que el dinero huyera a los títulos más seguros (como la deuda alemana) al tiempo que se rompería el vínculo entre la deuda soberana y los bancos nacionales.
 
“Ahora, cuando hay una huida hacia la seguridad, atraviesa las fronteras”, explica Brunnermeier a Bloomberg. En este arreglo, la “re-canalización” iría de los tramos senior a los junior y por tanto “estabilizaría los rendimientos de la periferia”, explica.

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