Bankia ha iniciado contactos con inversores internacionales para traspasar parte de su crédito promotor, así como las viviendas sociales a las que está expuesto. En diciembre de 2012, Bankia traspaso la mayor parte de sus activos inmobiliarios a la Sareb, pero no todo el ladrillo que tenía cumplía los requisitos impuestos por el ‘banco malo’, por lo que la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri se quedó con parte de este lastre, que un año y medio después por fin podría salir de su balance.
Según publica hoy Expansión, el lastre inmobiliario de Bankia tras el traspaso a la Sareb estaría valorado en unos 7.700 millones de euros, y la intención de la entidad rescatada es reducir esa cifra. Para ello, ya habría iniciado contactos con inversores internacionales para traspasar parte de su crédito promotor, así como las viviendas sociales a las que todavía está expuesto el banco.
Ambas operaciones han sido puestas en marcha bajo dos denominaciones, señala este diario: el ‘Proyecto Sky’, valorado en 430 millones, y el ‘Proyecto Screen’, que incluye más de 20 participaciones en promotoras de vivienda protegida. Para llevar a cabo dichas ventas, Bankia ha encargado la gestión a PwC y N+1.
En diciembre de 2012, BFA-Bankia traspasó activos a la Sareb por un valor de más de 22.417 millones de euros, de los cuales 19.467 correspondieron a Bankia y los 2.850 restantes a su matriz, el Banco Financiero y de Ahorros.
Las acciones de Bankia subían hoy en Bolsa un 0,75% a media mañana, en un Ibex 35 que a la misma hora lograba avanzar un 0,41%.
