El próximo 31 de marzo, con el cierre del primer trimestre de 2014, finaliza también el primero de los turnos de suspensiones de nueve meses pactados. El próximo 31 de marzo, con el cierre del primer trimestre de 2014, finaliza también el primero de los turnos de suspensiones de nueve meses pactados en mayor del año pasado entre BMN y los sindicatos en el marco del ajuste laboral del banco. Tan pronto como al día siguiente, el 1 de abril, se abrirá el segundo turno, y la entidad ya recibe solicitudes de adhesión a esta medida.
La suspensión de contrato lleva aparejada, aparte de las prestaciones de desempleo a las que el trabajador tenga derecho, la percepción de una ayuda de BMN de 600 euros mensuales y el derecho a la concesión incondicionada de un anticipo para hacer frente a las cuotas de los préstamos de empleado.
Tal y como recuerda CCOO en una circular, cualquier empleado puede solicitar su adscripción voluntaria a esta medida. BMN sólo podrá denegar la solicitud en algunos supuestos (directores regionales, jefes de zona, directores o subdirectores de oficina, directores de área o departamento y determinado personal técnico), siendo decisión exclusiva de BMN asignar el periodo de suspensión.
El 28 de mayo de 2013, BMN logró cerrar in extremis un acuerdo con los sindicatos para aplicar un nuevo expediente de regulación de empleo (ERE), que afectará a 900 trabajadores.
En concreto, el acuerdo alcanzado con los sindicatos contemplaba el recorte de 125 puestos de trabajo a través de 625 reducciones de jornada del 20% que finalizará en diciembre de 2017. También 125 suspensiones rotatorias de nueve meses con 600 euros mensuales en concepto de ayuda, que comenzaron a aplicarse el 1 de julio.
Estas medidas de flexibilidad interna se completarán con 50 excedencias remuneradas voluntarias hasta el 31 de diciembre de 2017 (20% del bruto, con mínimo de 12.000 euros anuales); 170 bajas incentivadas, que incluyen indemnizaciones de 30 días por año y un tope de 22 mensualidades, más una prima de 2.100 euros por cada tres años trabajados y otra de entre 4.000 y 20.000 euros por voluntariedad.
También se incluía la salida de 200 trabajadores mayores de 50 años. Otros 150 empleados está previsto que saliesen por la externalización de servicios (recientemente se llegó a un acuerdo con los sindicatos mayoritarios al que no se sumó CCOO), y 80 por la venta de la red en Madrid.
BMN se vio obligado a aplicar un nuevo ERE después de que la entidad recibiera 730 millones de euros de ayudas públicas que hicieron que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) se convirtiera en el principal accionista del banco, con una participación del 60% del capital.