CatalunyaCaixa prohíbe a sus empleados dar créditos y vender productos a familiares y conocidos

Finanzas

CatalunyaCaixa prohíbe a sus empleados dar créditos y vender productos a familiares y conocidos

Sucursal de CatalunyaCaixa

La entidad que preside José Carlos Pla impone un estricto código ético a sus trabajadores que ya ha provocado las primeras quejas de los sindicatos La rescatada CatalunyaCaixa, cuya subasta está prevista para este mismo año, ha impuesto a sus empleados un estricto código ético cuyo incumplimiento conlleva sanciones e incluso el despido. Este código, que entre otras cosas prohíbe vender un depósito o conceder un crédito a una persona con vínculos familiares o profesionales con el trabajador, ha provocado nuevas quejas de los sindicatos, que consideran que la entidad se muestra considerablemente más laxa con el personal directivo.

En una reciente circular, la sección sindical de UGT en CatalunyaCaixa se lamenta de la “desazón” que provoca entre los empleados trabajar bajo unas instrucciones no sólo “restrictivas”, sino también “poco claras”.

El sindicato se refiere a la normativa aprobada en agosto y posteriormente prorrogada en enero en la que se especifica que “los empleados deben abstenerse de procesar informáticamente por el terminal corporativo cualquier operación vinculada con ellos (operaciones con trascendencia económica, contratación de productos / servicios…). Estas operaciones siempre las habrá de procesar un empleado sin ninguna vinculación”.

La entidad que preside José Carlos Pla define como “vínculo familiar” o “vínculos por afinidad” aquellos aportados por las parejas de hecho o de derecho. Por lo tanto todas aquellas operaciones con partícipes que sean familiares directos o de la pareja hasta segundo grado o que sean la pareja de este familiar, se entenderán como operaciones vinculadas y los empleados deberán abstenerse de realizarlas.

Pero es que además también se especifica un “vínculo de interés” para las operaciones realizadas por personas físicas o jurídicas, dirigidas o asesoradas por el empleado o con las que éste mantenga unas “relaciones profesionales, laborales, directivas, de asesoramiento o propiedad, ajenas a CatalunyaCaixa, haya o no retribución”.

UGT denuncia que “con medidas como estas se está provocando la alienación y el alejamiento de la plantilla, y de rebote, de nuestros clientes”. “Quizá valdría la pena que se clarificara de una vez por todas el alcance de esta normativa, y que cada uno actúe en consecuencia”, reflexiona además, ante las dudas que ha generado entre buena parte de la plantilla qué operaciones pueden o no realizar.

No obstante, el sindicato recomienda a los trabajadores que cumplan “escrupulosamente” lo que dice la circular y el código ético, a pesar de que pueda impedir en ocasiones “el buen funcionamiento del trabajo diario de la oficina”. La razón, que a CatalunyaCaixa no le está temblando el pulso a la hora de abrir expedientes disciplinarios al respecto.

En una línea similar, CCOO considera que el código ético está “hecho a imagen y semejanza de unos ‘contables’ que poco tienen que ver con la plantilla”, y denuncia que “comporta muchas obligaciones para los empleados y muy pocas para los directivos”.

El sindicato pide a la dirección que sea igual de escrupuloso a la hora de exigir el cumplimiento del código ético a los “suyos”, es decir, “a aquellos mandos intermedios, que personalmente o por inducción de sus superiores, se dedican a incumplir el referido código en lo que hace referencia al artículo 2.7, que dice “el grupo se compromete a mantener un ambiente libre de acoso, intimidación, conductas impropias y otras acciones que puedan ofender la dignidad de la persona”.

Más información