La eléctrica concentrará el grueso de sus inversiones en Reino Unido, EEUU y México. En España, reduce su exposición por el impacto de los cambios regulatorios y avisa: seguirá haciéndolo hasta que la coyuntura no sea atractiva. Iberdrola presentó hoy en Londres las claves de su estrategia para el periodo 2014-2016, que contempla unas inversiones de 9.600 millones de euros centradas, fundamentalmente, en los negocios regulados y con el foco puesto en el Reino Unido, EEUU y México. La eléctrica prevé también reducir su deuda neta en unos 1.800 millones para situarla en torno a los 25.000 millones al final del trienio.
El 46% de las nuevas inversiones (4.400 millones) se destinará a la puesta en marcha de nuevas infraestructuras y el 54% restante (5.200 millones) a inversiones recurrentes en mantenimiento y mejora de instalaciones.
Desde el punto de vista geográfico, Iberdrola concentrará el grueso de su esfuerzo en esta nueva etapa en el Reino Unido, que se llevará un 41% de la cifra global. Este mercado encara una etapa de crecimiento en el ámbito del transporte y la distribución de energía y de puesta en marcha de proyectos de energías renovables tanto terrestres como offshore.
Le seguirá Latinoamérica, que se hará con casi el 23% del total de las inversiones, cuyo principal destino será México, donde potenciará su liderazgo como primer generador privado de energía eléctrica. En Brasil, encara unos años de crecimiento de capacidad hidroeléctrica.
Detrás quedará EEUU, con el 17%, que también afronta un escenario de crecimiento en el área de redes y de nuevos desarrollos eólicos terrestres.
De este modo, la compañía que preside Ignacio Galán seguirá centrándose en el área atlántica, pero invirtiendo en función de las condiciones económicas y regulatorias de cada país. En este sentido, la reducción de la exposición a España, que será progresiva hasta que haya una coyuntura que haga atractivas las inversiones, responde, según la eléctrica, al significativo impacto de las modificaciones regulatorias y fiscales en las cuentas del grupo: unos 1.310 millones de euros en el Ebitda de 2014.
Para Iberdrola son “equivocadas” las decisiones que se han tomado en España a la hora de encarar los tres ejes fundamentales de cualquier política energética: seguridad de suministro, competitividad y sostenibilidad. “Por un lado, se ha provocado una situación de sobrecapacidad, que está abocando al cierre a numerosas instalaciones eficientes y básicas para garantizar el suministro eléctrico. Por otro, se ha optado por fomentar las tecnologías más caras, como las solares, frente a las más baratas, como la nuclear, la hidráulica o la eólica. Por último, se ha impuesto la utilización de la tecnología térmica más contaminante, el carbón, dejando de lado las modernas centrales de ciclo combinado de gas”, señala la eléctrica.
