El PP y PNV alcanzaron el pasado viernes un acuerdo para modificar el proyecto de ley de cajas, que iniciará esta semana su trámite parlamentario. Ambos grupos han pactado el levantamiento de la prohibición que impedía a los responsables de las cajas ocupar un puesto en el consejo de administración de los bancos que controlan estas entidades.
Hasta ahora, el texto del Gobierno afirma que “la condición de patrono será incompatible con el desempeño de cargos equivalentes en la entidad bancaria de la cual la fundación bancaria sea accionista, o en otras entidades controladas por el grupo bancario”. Pero según ha adelantado La Vanguardia, el PNV introdujo una enmienda que añadió a este párrafo una sola frase: “»salvo que dichos cargos equivalentes se ejercieran en representación de la fundación bancaria accionista». Así, todos los actuales consejeros de las cajas podrían seguir siéndolo de los bancos, y en primer lugar sus presidentes: Isidre Fainé (La Caixa), Amado Franco (Ibercaja), Braulio Medel (Unicaja) y Mario Fernández (Kutxa).
El grupo vasco justifica el cambio argumentando que la medida obliga «a que sean terceros ajenos a la fundación los representantes que hayan de gestionar la inversión en la entidad de crédito». A pesar de que la iniciativa ha venido del PNV, el presidente de Kutxabank, Mario Fernández hace tiempo que mostró su renuncia a presidir también la fundación bancaria de la que depende la entidad fusionada vasca.
Esta modificación deberá pasar el examen de la troika, cuyos ‘hombres de negro’ se encuentran ya en España y se reunirán con las autoridades económicas y monetarias.
Fondo de reserva
Otra de las enmiendas presentadas se refiere a la constitución obligatoria de un fondo de reserva para prevenir posibles problemas de solvencia de los bancos controlados por las fundaciones.
El texto inicial señalaba que dicho fondo, cuyas características debe fijar posteriormente el Banco de España, debía ser constituido por las fundaciones bancarias a partir de los recursos que obtuvieran, pero fue muy criticado por las cajas, que consideraban que tal medida obligaba a recibir siempre dividendos del banco para poder alimentar el fondo de reserva. La enmienda del PNV propone que quien nutra al fondo sea el propio banco.
