El presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), Miguel Martín, ha señalado hoy que existe “una enorme confusión” sobre las cláusulas suelo en los contratos hipotecarios. “No se ha valorado en la sociedad ni en los tribunales”, ha reflexionado, que estas cláusulas “son sólo un mecanismo para evitar la variabilidad de los tipos de interés, y como tal es un producto beneficioso para la sociedad, la banca, los prestatarios y todo el mundo”.
Las cláusulas suelo “permiten dar estabilidad a los tipos de interés”, ha destacado el presidente de la AEB, y “cómo se han convertido en un producto tóxico es una gran incógnita”. “El Supremo no ha dicho que las cláusulas son malas, sino que la comercialización ha sido mala”, ha recordado Martín para añadir que “el error es pensar que era un producto fraudulento”.” A pesar de todo, son un contrato y cada caso debe juzgarse por sus propios medios”, ha concluido sobre este asunto.
Martín ha aprovechado también su intervención en el curso ‘Marca España y Competitividad’ organizado por la APIE en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en Santander, para hacer un repaso del coste de las ayudas públicas recibidas por el sector financiero.
Martín ha detallado que entre ayudas del FROB 1, el FROB 2, el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) y el MEDE (fondos de la Unión Europea), las entidades rescatadas han recibido 75.352 millones de euros. De esa cifra total, 32.936 millones se han perdido ya y no podrán recuperarse.
El presidente de la AEB se ha lamentado de que” las entidades fallidas se identificaron muy pronto” en España, en 2009 con las ayudas del FROB 1, cuando se hizo el FROB 2 se volvió a inyectar capital a las mismas entidades y finalmente el MEDE se vio obligado a inyectarles aún más dinero.
“El paso del tiempo no ha solucionado el problema, lo ha incrementado”, ha reflexionado Martín, porque las ayudas” estaban mal diseñadas”, como s demuestra en el hecho de que todas las concedidas en el FROB 1 hace cuatro años se han convertido en pérdidas.
En concreto, el FROB prestó en un primer momento a BFA 4.465 millones de euros, 1.250 millones a CatalunyaCaixa, 1.162 millones a Novacaixagalicia y 915 millones a BMN, 525 millones a Caja España-Duero. Las únicas ayudas de esa primera fase que no se han convertido en pérdidas son los 977 millones recibidos por Banca Cívica, absorbida ahora por CaixaBank, y los 380 millones de Unnim, que ha pasado a manos de BBVA.
No todas las ayudas públicas representan una factura para el Estado, ya que el FROB traspasó parte de los rescates al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), nutrido con las aportaciones de las propias entidades. Así, ha explicado, los bancos y la cajas sanas además de sobrevivir la crisis han pagador 10.982 millones al FGD para sanear las cajas no viables. El total de las dotaciones realizadas por los bancos sanos para sanear sus propios balances asciende a un 23,8% del PIB.
Hay que tener en cuenta además, según ha recordado el presidente de la AEB, que 12.727 millones de euros del rescate lo han aportado los afectados por las preferentes.







