La segunda quita impuesta a los afectados por las participaciones preferentes de CatalunyaCaixa ha causado más que malestar entre los clientes minoristas a los que se vendió estos productos, y que en muchos casos descargan su enfado contra los trabajadores de la entidad.
En ese sentido, la sección sindical de CSICA en CatalunyaCaixa ha señalado en una nota de prensa que “comprende y comparte” la indignación de los afectados por las preferentes y demás productos híbridos y afirma que “los empleados son igualmente víctimas de la situación creada”.
El sindicato recuerda que “durante más de 15 años la liquidez del producto era diaria”, por lo que no hubo ningún problema en la comercialización de preferentes que ofrecían una “retribución interesante” y en las que “el vencimiento no era considerado ni vivido como un problema”.
Así, “una parte importante de empleados, familiares y amigos” suscribieron también aquellos productos, señala CSICA, para el que el problema llegó cuando en el año 2011, “directrices emanadas por el Banco de España bloquearon la posibilidad de seguir operando en el mercado secundario imperante hasta aquel momento, provocando las dramáticas situaciones que afectan a los clientes”.
“Ahora se imponen unas quitas y somos precisamente los empleados quienes debemos comunicarlo”, se lamenta CSICA, que señala que los trabajadores son “víctimas” y “no actores necesarios” de este proceso. “Además de perder dinero personalmente, vamos a perder el de los familiares, los amigos y los clientes que confiaban en nosotros”, concluye.
