Los fantasmas, las sombras y las hipotecas ‘impagadas’ siguen planeando sobre el largo periodo de Gobierno de Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid. Unos años en los que, por ejemplo, Caja Madrid concedía créditos ‘alegremente’ a Gerardo Díaz Ferrán, el polémico ex presidente de la CEOE, ahora encarcelado.
Entre 2004 y 2009, la caja madrileña concedía préstamos al empresario con una extraña liberalidad. Hasta el otoño de 2008, la entonces presidenta de Caja Madrid no empezó a plantearse la necesidad de cambiar a Miguel Blesa, el presidente de la entidad financiera que ‘nombró’ José María Aznar en 1996 por Ignacio González, su número dos.
Pero el grueso de los préstamos concedidos por la caja a Díaz Ferrán se decidió antes de que la batalla por el poder de la Caja estuviera planteada. En la etapa en que Blesa obedecía a Aguirre y esta utilizaba el poder financiero de la caja como le parecía conveniente. Para, por ejemplo, convertir a la entidad financiera en el principal accionista de Iberia, la aerolínea bandera española.
Fue, en 2008 cuando la Caja concedió a Díaz Ferrán la línea de crédito de 26,6 millones de euros que se renovaría, eso sí, el año siguiente cuando la batalla por el liderazgo ya estaba planteada. Según algunos artículos de la época, se hizo, entre otros motivos, porque el equipo de Blesa, aún confiaba en llegar a un acuerdo con la presidenta.
Ayer, los peritos de KPMG, ratificaron ante el juez que la caja no cumplió los requisitos legales cuando autorizo ese préstamo, según informaron fuentes judiciales a la agencia Europapress. Un tiempo en el que el entonces presidente de Marsans acumulaba el 88% de los créditos concedidos a los miembros del consejo.
Tras este informe, el sindicato ultraderechista Manos Limpias, que actúa como acusación popular va a pedir el ingreso en prisión provisional, eludible bajo fianza, de Miguel Blesa. Está acusación también estudia ahora solicitar que se aparte al fiscal del caso porque actúa, en su opinión, a favor de los acusados Blesa y Díaz Ferrán.
