En la reunión de ayer martes, la dirección de BMN presentó a los sindicatos una nueva cifra de empleados que se verían afectados por el expediente de regulación de empleo (ERE), de entre 1.035 y 1.050, ligeramente por debajo de los 1.163 empleados del planteamiento inicial.
Según señalan en una circular conjunta CCOO, UGT, SELG, SIC, UOB, SECPB, CGT y ACCAG, los planteamientos de la dirección de BMN “continúan siendo inaceptables, ya que sólo prevén programas relacionados con despidos y una rebaja salvaje de condiciones laborales”.
“No sobra gente, menos aún en esa cuantía”, señalan los sindicatos presentes en la mesa de negociación, que añaden que “en todo caso falta para atender debidamente a la clientela”. Los representantes de los trabajadores consideran además que “ni BMN es igual que otras entidades nacionalizadas, ni la situación de BMN es responsabilidad de su plantilla, sino de sus gestores o exgestores, como el actual Ministro de Economía”, Luis De Guindos.
Los sindicatos exigen “una negociación real basada en una amplia gama de medidas pactadas en otros acuerdos de entidades nacionalizadas y aceptados por el FROB, y con un punto de partida: La renuncia explícita por parte de la dirección de cualquier planteamiento de bajas forzosas”.
El plan inicial de BMN, que recibió 730 millones de euros de ayudas públicas, planteaba un recorte de 1.163 empleos (863 despidos y 300 suspensiones forzosas), un 15% de la plantilla actual (7.355 empleados). El recorte no incluye los 2.003 empleados se incorporarán al Banco de Sabadell tras el acuerdo alcanzado por BMN para traspasarle a la entidad que preside Josep Oliú su red en Cataluña y Aragón.
Desde el cierre de 2009, se ha producido una reducción de 1.374 personas, un 15,43% del total de la plantilla, entre los trabajadores de las cajas fundadoras (Caja Murcia, Caixa Penedés, Caja Granada y Sa Nostra).
