El futuro de CatalunyaCaixa sigue siendo una incógnita más de un mes después de que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) se viese obligado a suspender la subasta de la entidad ante la baja demanda, y los nervios cada vez son más patentes en la plantilla.
En esa línea se entiende la última circular del sindicato CSICA, que ha cargado contra la cúpula de la entidad que preside Adolf Todó y contra el FROB. Durante años “tuvimos equipos directivos que encargaban a consultorías externas (Boston Consulting, Arthur Andersen, etc.) la elaboración y/o supervisión de los planes estratégicos de las cajas de ahorro”, señala el sindicato, que destaca que esto pasaba porque “la alta dirección de casi todas y cada una de las cajas de ahorro era incapaz de tener ideas propias sobre la orientación del negocio y los criterios de gestión”.
“Los máximos dirigentes de las antiguas cajas de ahorro hicieron evidentes sus carencias, si bien ahora pretenden rehuir cualquier tipo de responsabilidad, amparándose en que ellos no elaboraron los planes estratégicos ni los aprobaron, ya que dicha función correspondía, estatutariamente, a las asambleas generales”, señala CSICA.
El sindicato añade que ahora ni el Ministerio de Economía, ni el Banco de España ni el FROB parecen tener “profesionales calificados” por lo que han encargado a consultorías y bancos de negocio internacionales (MacKinsey i Nomura) “que estudien la posibilidad de un plan de coordinación de la banca nacionalizada”.
“Parece que las máximas autoridades económicas buscan desesperadamente poder esgrimir la conocida escusa ‘estamos haciendo lo que los técnicos nos aconsejan’”, concluye el sindicato.
