La inflación se moderó cuatro décimas el mes pasado, gracias sobre todo a la caída de los precios de los carburantes. El IPC cerró marzo en el 2,4%, su registro más bajo desde julio de 2012, según los datos publicados hoy por el INE.
De hecho, el IPC que no tiene en cuenta los impuestos se sitúa en el 0,4%. Si tampoco se tienen en cuenta las subvenciones, los precios no han variado en los últimos 12 meses.
El grupo que más influyó en este descenso fue el del transporte, que registró una tasa del 0,7% por el abaratamiento de los carburantes, más de dos puntos por debajo de la de febrero, seguido de los alimentos y bebidas no alcohólicas, cuya tasa se situó en el 2,6% y bajó dos décimas.
En cuanto a la inflación subyacente -que excluye la variación de los precios de los alimentos frescos y la energía- se mantiene en el 2,3%, con lo que disminuye en una décima la diferencia con la tasa del índice general.
El alza mensual de marzo se ha debido, sobre todo, al encarecimiento del vestido y el calzado por la temporada primavera-verano, y también a la subida de precios de los viajes organizados, los hoteles, y otros servicios relativos a la vivienda, el gas y la distribución de agua.
Concretamente, el grupo de vestido y calzado registró una tasa mensual del 4%, mientras que el de ocio y cultura (viajes organizados) subió un 1,7%, y el de hoteles un 0,3%. La vivienda, por su parte, se incrementó un 0,1%.
Los precios están en el nivel más bajo desde julio de 2012 sobre todo porque el efecto de las subidas de impuestos se va diluyendo. De hecho, el IPC que no tiene en cuenta los impuestos se sitúa en el 0,4% y descontando también las subvenciones, los precios no han variado en el último año.
