Los empresarios murcianos y levantinos que hace un año y medio acudieron a la emisión de bonos convertibles de BMN, operación que en un primer momento evitó a la entidad tener que recibir ayudas públicas, serán los grandes perdedores del rescate del grupo. La inyección ahora de 730 millones de euros del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) les obligará a soportar quitas de hasta el 65%.
En octubre de 2011, BMN, formado por Caja Murcia, Caja Granada, Caixa Penedès y la balear Sa Nostra, sacó al mercado una emisión de 1.615 obligaciones con un valor nominal de 150.000 euros cada una y una rentabilidad fija anual del 8%. Con esta emisión de bonos, cuyo objetivo era convertirse en acciones como muy tarde en diciembre de 2014, el banco logró captar 242,25 millones de euros, al colocar entre los inversores un 25,11% de su capital social.
Los suscriptores de estos títulos no fueron desvelados, aunque en el mercado se rumorea que la mayoría fueron grandes fortunas de la región de Murcia y el levante.
La estructura del rescate de BMN dejará más de un 60% del banco en manos del FROB tras la inyección de 730 millones de euros y la conversión en acciones del préstamo otorgado hace dos años por el órgano dependiente del Banco de España de 915 millones de euros. Los tenedores de las convertibles, según publica Elconfidencial.com, se harán con un 6% de la entidad, después de que sus títulos sean convertidos con un descuento del 65%.
El mandato de Bruselas es que tanto los tenedores de las convertibles como los de las preferentes y deuda subordinada soporten parte del rescate, a fin de limitar el impacto para el bolsillo de los contribuyentes.