El presidente de Liberbank, Manuel Menéndez, se reunió ayer en Madrid con responsables de los seis sindicatos con representación en el grupo financiero (UGT, CCOO, CSIF, CSICA, CSI y STC-APECASYC), a los que intentó tranquilizar sobre la situación en la que se encuentra la entidad tras el portazo de Ibercaja, con unas necesidades de 1.198 millones de euros para evitar la nacionalización.
Según publica Elcomercio.es, en estos encuentros, de media hora, por separado con cada organización y limitados a dos representantes por sindicato, Menéndez explicó que el banco presentará hoy al Banco de España un plan de recapitalización en solitario con el que espera que el grupo esté saneado en julio de 2013.
Sin embargo, Menéndez no profundizó en las líneas del plan de recapitalización sino que se limitó a avanzar que a finales de mes presentará a los sindicatos un plan de actuación para mejorar la eficiencia interna del grupo y ganar en competitividad, especialmente mediante la reducción de los gastos de personal. En ese sentido, prometió que no habría más despidos.
Liberbank, que el año pasado se libró in extremis de recibir ayudas públicas, surgió de la fusión de Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura. Este proyecto ya provocó un ajuste que afectó a 1.227 empleados, un 17% de su plantilla, actualmente conformada por 5.500 personas.
