Olivas perderá en dos semanas su asiento en el consejo de Iberdrola

Economía

Olivas perderá en dos semanas su asiento en el consejo de Iberdrola

A José Luis Olivas se le acaban los puntos de apoyo en su pulso contra Rodrigo Rato. Pese a su encastillamiento en la presidencia de Bancaja, en las dos próximas semanas perderá oficialmente uno de sus principales ases en la manga, ya que el día 17 de abril dejará de ser consejero de Iberdrola en representación de la caja valenciana.

En esa fecha se cumplen los cuatro años a los que está limitado el cargo, uno de los más jugosos a los que pueden aspirar los representantes de Bankia, remunerado con unos 300.000 euros anuales. El cese de Olivas no se hará oficial hasta junio, cuando se celebre la junta general de accionistas de la eléctrica vasca, y la prensa regional valenciana da por hecho que supondrá un punto de inflexión en la lucha que Olivas mantiene abierta con Rato a raíz de la intervención de Banco de Valencia.

Olivas ha controlado con puño de hierro Bancaja en los últimos años pero, según publica Valenciaplaza.com su marcha del consejo de Iberdrola abre una posibilidad de negociación para encontrar una salida pactada a la incómoda situación en la que se encuentra el presidente de la caja valenciana en su conflicto con Rodrigo Rato, presidente de Bankia.

Según el diario valenciano, la solución pasaría por renovar por cuatro años más a Olivas como consejero dominical de BFA en Iberdrola a cambio de su salida de la presidencia de Bancaja.

A pesar de que a finales del año pasado se vio obligado a dimitir de la vicepresidencia de Bankia y de la presidencia de Banco de Valencia, Olivas tiene formalmente garantizado su puesto en Bancaja hasta 2015, y no parece que vaya dar su brazo a torcer, después de que el viernes pasado el consejo de administración de la caja valenciana ni se plantease su marcha, a pesar de las presiones de la Generalitat.

Olivas fue nombrado presidente de Bancaja y de Banco de Valencia en enero de 2004, para pasar a ser en 2010 vicepresidente ejecutivo de Bankia y primer ejecutivo de la cartera de participadas, tras el proceso de integración entre Bancaja, Caja Madrid y otras cinco entidades de menor tamaño.

Hace apenas seis meses, abandonó su cargo en el hoy intervenido Banco de Valencia. Precisamente la gestión de esta entidad fue el detonante que enfrió la relación entre Olivas y Rodrigo Rato, presidente de Bankia.

La sospecha de Caja Madrid y algunos de los otros socios es que Bancaja no aportó toda la verdad sobre su auténtica situación interna en el momento de la constitución del sistema institucional de protección (SIP), algo que parece confirmar la intervención de Banco de Valencia, del que Bancaja era máximo accionista con algo más de un 27% del capital, y que finalmente fue intervenido por el Banco de España.

El enfrentamiento llevó a Bankia a solicitar una auditoría de las cuentas de Banco de Valencia, a lo que respondió Bancaja con el rechazo e impugnación de la reunión del consejo de administración del grupo que aprobó esta revisión.

Caja Madrid controla actualmente el 52% del BFA, por el 37% que controla Bancaja, mientras que el 11% restante se lo reparten entre las cinco cajas pequeñas que completaron el proceso (Caja Segovia, Caja Ávila, Caja Rioja, Caja Insular de Canarias y Caixa Laietana).

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