La crisis económica ha aumentado un 41% las investigaciones por espionaje industrial, según la compañía Zenit Detectives. La agencia considera además que el uso de dispositivos tecnológicos también es una de las principales causas de este auge.
Este tipo de espionaje está relacionado con la vulneración de secretos y de información confidencial. Esta información es utilizada para beneficiar a terceros, que pueden ser de la competencia o simplemente para obtener ventaja en algunas situaciones.
El estudio de Zenit también revela que las empresas más afectadas por este tipo de prácticas suelen ser las tecnológicas. Lo más común es que un empleado de la compañía venda la información que ha obtenido de manera ilegítima.
Con esta fuga de conocimiento, la compañía puede perder competitividad, que su producto quede obsoleto y que la propia compañía reduzca su posicionamiento en el mercado al no poder anticiparse a la competencia en algunos productos.
