Evo Banco, la nueva marca comercial bajo la que opera Novagalicia fuera de Galicia, León y Asturias, ha lanzado una costosa campaña publicitaria en televisión para darse a conocer, a pesar de que la entidad, presidida por José María Castellano podría tener los días contados si no logra reunir 1.000 millones de euros en los próximos diez días.
La entidad gallega, bajo el mando del Banco de España tras haber sido nacionalizada con 2.400 millones del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), ha destinado una partida inicial de tres millones de euros a publicitar su nueva marca, incluyendo el cambio de cartelería en las sucursales.
Sin embargo, todo parece indicar que continuará invirtiendo en publicidad. De hecho, según publicó Cinco Días, prevé situarse entre los diez primeros anunciantes del país. Un anuncio de 20 segundos en una cadena de televisión generalista (Telecinco, Antena 3, etc.) sale por encima de los 15.000 euros a partir de la franja de las nueve de la noche.
Evo Banco ‘copia’ el modelo de ‘ING Direct’, que se centra en servicios vía telefonía, banca móvil e Internet. Su primer lanzamiento, una cuenta ahorro al 3%. Al igual que en el caso de la entidad holandesa, la estrategia de la nueva marca comercial se basa en atraer a clientes que no necesitan visitar mucho la sucursal. A día de hoy, Novagalicia tiene 120 oficinas repartidas fuera de sus ‘territorios’, que ya han adoptado el nuevo nombre.
Las semejanzas con ING Direct no son casualidad, ya que el consejero delegado de Novagalicia, César González Bueno, llegó a la entidad gallega después de haber sido director de Banca de ING Europa, con responsabilidades directas sobre los 17 países en los que operaba embanco holandés. De hecho, González Bueno es uno de los padres de ING Direct, proyecto lanzado en 1998.
Evo Bank, nueva marca comercial de Novagalicia fuera de Galicia, empieza a operar con el lanzamiento de la Cuenta Inteligente, una cuenta de ahorro que ofrece un interés del 3% durante los cuatro primeros meses a partir de 3.000 euros. No tiene comisiones y ofrece una serie de tarjetas sin cobros.
Esta oferta se complementa con una cuenta corriente remunerada al 2% TAE (1,98% nominal) si el cliente domicilia nómina, pensión, desempleo o cinco recibos. Cada vez que la cuenta corriente supere los 3.000 euros se traspasa el exceso a la cuenta a plazo para cualquier importe. La liquidación de intereses es mensual.
Frente a este despliegue publicitario, el futuro de Novagalicia se decide en los próximos diez días, y, para continuar en solitario, la entidad necesitará convencer a inversores privados para que inyecten al menos 1.000 millones de euros y recompren parte de la participación que mantiene el Banco de España. Desde su llegada a la presidencia en junio del año pasado, José María Castellano sólo ha logrado captar 70 millones.
Según publica la prensa regional gallega, sólo esos recursos permitirían rebajar un 20% la presencia del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) en el accionariado, una de las condiciones que el decreto de reforma financiera del anterior Gobierno marca para que la solvencia mínima sea del 8% y no del 10%, como ahora está obligada a cumplir la entidad gallega, lo que otorgaría más margen de maniobra.
Sólo esos 1.000 millones de euros darían un pequeño respiro al banco de las cajas gallegas, que al problema de su solvencia suma también los saneamientos de los activos inmobiliarios en su balance. Antes del 31 de marzo deberá comunicar al regulador cómo va a hacer frente a las nuevas provisiones a las que le obliga la ley de saneamientos de activos inmobiliarios impulsada por Luis De Guindos. La entidad gallega necesita 2.340 millones de euros (1.600 millones de provisiones y 740 de capital) para sanear su ladrillo, según reconoció hace poco.
El 15 de marzo se abrió la segunda ventana para que Novacaixagalicia, que controla poco más de un 10% del banco, encuentre nuevos inversores privados interesados en recomprarle a la institución que dirige Miguel Ángel Fernández Ordóñez su participación, que asciende al 90,7% del capital del banco tras haberle inyectado más de 2.400 millones de euros.






