Olivas resiste los ataques de Rato en Bankia

Economía

Olivas resiste los ataques de Rato en Bankia

José Luis Olivas se encastilla en Bancaja para declarar la guerra a Rodrigo Rato. El presidente de la caja valenciana logró ayer el regreso de su mano derecha, Aurelio Izquierdo (ex presidente de Banco de Valencia) y puso en el disparadero a los consejeros ‘rebeldes’ que habían votado en el consejo de BFA a favor de una auditoría.

El consejo de administración de Bancaja acordó ayer “remitir a los consejeros de Bancaja presentes en el consejo de BFA una comunicación, exigiéndoles que cumplan las obligaciones inherentes a su condición de representantes de Bancaja en el órgano de gobierno del banco”, así como que “subsanen cualquier situación de conflicto de intereses”.

Se trata de un mensaje directo al vicepresidente primero, Antonio Tirado, al secretario Ángel Villanueva, y a los vocales Rafael Ferrando y Remigio Pellicer. Los tres últimos, junto al vocal en la comisión de control, José Rafael García Fuster, y el vicepresidente ejecutivo de BFA y Bankia, Francisco Pons, asistieron a la reunión en el BFA y votaron a favor de la auditoría de Bancaja, medida que podría reducir considerablemente el peso de la caja valenciana dentro del banco.

Aún más polémica es la recuperación como director financiero de Bancaja de Aurelio Izquierdo, uno de los hombres de confianza de Olivas, pero al que ha alcanzado de lleno la polémica por la intervención de Banco de Valencia. Izquierdo ha tenido un último año frenético. Desde 2007 fue la mano derecha de Olivas como director general de Bancaja, puesto que dejó para asumir el de director general de Negocio de Bankia en junio de 2011. En octubre de ese mismo año, dejó la entidad que preside Rodrigo Rato para dirigir el Banco de Valencia, primero como consejero delegado y luego como presidente, hasta la intervención de la entidad por el Banco de España en noviembre.

El consejo de administración de Bancaja decidió ayer rechazar e impugnar el acuerdo del máximo órgano de gestión de Banco Financiero y de Ahorros (la matriz de Bankia) que exigió una auditoría externa de la caja valenciana. Esta decisión, según el órgano que preside José Luis Olivas supondría lesionar los intereses de Bancaja en el banco por un supuesto incumplimiento del contrato de integración.

La entidad valenciana se enfrenta así a Rodrigo Rato y a su iniciativa para restar peso a Bancaja en el seno de BFA. La iniciativa fue aprobada por unanimidad, con los votos a favor de tres de los seis representantes de Bancaja en el consejo de administración de BFA. Según la prensa valenciana, no acudieron el recién nombrado vicepresidente Francisco Pons y el consejero Antonio Tirado (vicepresidente de Bancaja y expresidente de Banco de Valencia).

El objetivo de BFA al solicitar la auditoria sería que Bancaja aclarase su valor real tras la intervención del Banco de Valencia y el negocio que realmente aporta a la fusión. Rato se refugia en que en el contrato de la fusión se habría incluido una cláusula por la cual si existe algún cambio en la valoración de algunos de los bienes aportados a la fusión se revisará la valoración mediante esta auditoría.

La sospecha de Caja Madrid y algunos de los otros socios es que Bancaja no aportó toda la verdad sobre su auténtica situación interna en el momento de la constitución del sistema institucional de protección (SIP), algo que parece confirmar la intervención de Banco de Valencia, del que Bancaja era máximo accionista con algo más de un 27% del capital, y que finalmente fue intervenido por el Banco de España. Banco de Valencia perdió casi 900 millones de euros en 2011, y una vez que la entidad sea adjudicada en subasta, BFA podría registrar un impacto por su participación en ella de unos 300 millones de euros.

Caja Madrid controla actualmente el 52% del BFA, por el 37% que controla Bancaja, mientras que el 11% restante se lo reparten entre las cinco cajas pequeñas que completaron el proceso (Caja Segovia, Caja Ávila, Caja Rioja, Caja Insular de Canarias y Caixa Laietana).

Si finalmente la auditoría se lleva a cabo y demostrase que la situación de Bancaja es peor de lo que se había dicho, la caja valenciana podría ver reducida además su participación en el grupo bancario, según apunta la prensa regional. La cuestión no es baladí, ya que las cajas se financiarán a partir de ahora en exclusiva de los dividendos que cobren de Bankia, y todas verán diluidas sus participaciones en cuanto se concrete el canje de preferentes por acciones que ha anunciado la entidad.

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