España no está bien. Pero lo más dramático, según los analistas de la agencia de calificación Fitch Ratings, es que está lejos de estar bien. «El nuevo Gobierno se enfrenta a una situación preocupante», ha explicado Ed Parker, director del departamento de ratings soberanos de esta agencia. El legado del ‘boom’ inmobiliario y un déficit mayor del esperado: los principales retos de Rajoy.
«A estas alturas se esperaba crecimiento económico y una reducción del desempleo, pero no se ve ni una cosa ni la otra», ha argumentado Parker durante una conferencia organizada por Fitch en Madrid. El experto ha dicho que las medidas de austeridad son bienvenidas por los mercados, pero que cuando éstas repercuten negativamente en la economía, el humor de los inversores suele cambiar.
