Los clientes de Nueva Rumasa encuentran nuevos proveedores

Economía

Los clientes de Nueva Rumasa encuentran nuevos proveedores

Los clientes de los Ruiz-Mateos, a los que las empresas de la familia servían productos de marca blanca, han encontrado nuevos proveedores. La situación de las firmas de alimentación es cada vez peor, y la mayoría de las plantas de producción se encuentran prácticamente paradas.

Una de las primeras cadenas que cambió de proveedor fue Alcampo. Según han confirmado fuentes del grupo a EL BOLETÍN, comenzaron la búsqueda de otra firma que les abasteciese de esos productos cuando surgieron los primeros problemas con el suministro. Esas fuentes aseguran también que fueron los propios proveedores los que avisaron de que no podrían cumplir con sus obligaciones, algo que Nueva Rumasa no ha querido comentar con este diario.

También El Corte Inglés rompió el contrato con los Ruiz-Mateos hace tiempo, y parece que otros supermercados afectados por los problemas de las empresas de esta familia, como Día y Eroski, han hecho lo mismo, aunque no han querido hacer comentarios al respecto.

Esta situación se deriva de los impagos continuados de la familia a sus proveedores de materias primas, que ya no llegan a las fábricas de las empresas de alimentación y, como consecuencia, ha provocado la suspensión casi total de la producción. En concreto, según fuentes de UGT la única firma de la familia jerezana que estaría funcionando con algo normalidad es Elgorriaga, aunque la empresa también ha sentido una leve reducción de la materia prima que llega a la planta.

Para el resto de firmas de los Ruiz-Mateos, el sindicato señala que la producción se ha reducido a mínimos y que, en la mayoría de los casos, los empleados se dedican a limpiar las instalaciones. Sin embargo, han hecho una mención especial al caso de dos de las empresas más importantes de la familia: Dhul y Clesa.

Dhul, la única oficialmente en concurso de acreedores, se encuentra en una situación límite. La planta de helados de Zaragoza está parada desde diciembre, mientras que la factoría de Granada sólo elabora flanes, uno de los productos insignia de la marca. Por su parte, la fábrica de Clesa en Madrid está totalmente parada, mientras que la planta gallega sólo mantiene una línea de producción abierta, para surtir a supermercados locales.

Por otro lado, José María Ruiz-Mateos ha aducido enfermedad y no a acudido a declarar por el caso Rayo Vallecano. El empresario debía ir hoy al juzgado de Instrucción número 45 de Madrid, en calidad de imputado por presuntos delitos contra la Hacienda Pública, falsedad documental y alzamiento de bienes en la investigación abierta por su gestión del equipo madrileño. Su esposa y actual presidenta del club, Teresa Rivero, y los responsables de la asesoría jurídica y la administración, ya han declarado ante el juez, mientras que su hijo Javier Ruiz-Mateos Rivero, imputado en esta causa por los mismos delitos, ha prestado declaración ante la juez que lleva el caso durante media hora.

Además, según Europa Press, los Ruiz-Mateos han solicitado hoy el concurso de acreedores para las bodegas Garvey, Valdivia, Zoilo Ruiz-Mateos y Teresa Rivero, ubicadas en Cádiz, y para la distribuidora de bebidas Unión de Grandes Bodegas. Con ellas, ya son once las empresas de la familia que han pedido acogerse a la antigua suspensión de pagos.

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