El Gobierno de Angela Merkel ha anunciado la paralización de las plantas atómicas más antiguas del país mientras dure la moratoria de tres meses para verificar la seguridad de las centrales nucleares en Alemania. La desconexión afecta a aquellos reactores que fueron construidos antes de 1980. En España una medida de este tipo sólo alcanzaría a Garoña, la única planta que se encuentra en funcionamiento antes de esa fecha .
La decisión alemana afectará a siete centrales, que representan el 21,3% de la potencia nuclear instalada. La energía generada por todos los reactores del país (17) supone el 26,1% del total de la producción eléctrica.
La propia Angela Merkel fue la encargada de anunciar esta drástica medida, tras una reunión con los jefes de Gobierno de los cinco estados federados con plantas nucleares y los ministros de Medio Ambiente, Norbert Röttgen, y Economía, Reiner Brüderle, en la Cancillería Federal. El Gobierno ha adoptado esta medida tan sólo seis meses después de que aprobara alargar la vida nuclear de sus centrales una media de 12 años.
Esto significaba que las últimas centrales nucleares alemanas serían desconectadas en 2040, mientras el acuerdo anterior, suscrito por la coalición socialdemócrata-verde de hace dos legislaturas, estableció que la energía atómica desaparecería en 2025.
Precisamente, la escalada de Los Verdes en las encuestas de intención de voto podría haber precipitado esta marcha atrás de Merkel. La canciller afronta tres elecciones regionales en los próximos 15 días, una de ellas en el rico estado de Baden-Wuerttemberg, en el sudoeste del país, que es tradicionalmente un bastión de su partido: la Unión Demócrata Cristiana (CDU), que no sólo está sufriendo una debacle en las encuestas, sino que también ha perdido en otros comicios clave, como los de Hamburgo, el pasado 20 de febrero.
Tras gobernar durante 10 años, la CDU perdió esos comicios frente a los socialdemócratas y las encuestas vaticinan similares varapalos para el partido de Merkel en las próximas citas de este año, donde todo apunta a que Los Verdes tendrán un papel muy destacado.
Las encuestas han condicionado la política de Angela Merkel, que ha adoptado medidas de carácter populista, no sólo en el terreno energético, sino también en materia puramente económica con la crisis del euro. Ahora ha dejado sola a Francia, uno de los países más nuclearizados del mundo (el 75,2% de la electricidad que consume proviene de las nucleares). El Gobierno de Nicolas Sarkozy se ha apresurado a salir en defensa del modelo energético del país y a acallar cualquier intento de comparar la situación en Japón con la que podría darse en el país en caso de una catástrofe sísmica similar.
Merkel decidió en septiembre de 2010 alargar la vida de las centrales nucleares después de que la élite empresarial del país, coordinada por el sector energético, lanzara una campaña de presión pro-nuclear y para evitar subidas de impuestos. Esta iniciativa, que incluso se plasmó en anuncios en toda la prensa del país, parecía que surtió efecto.
