Los renovados temores acerca del posible rescate de Portugal se dejaron notar hoy en la subasta de deuda española. El Tesoro captó 3.800 millones de euros en bonos a tres y cinco años, en el rango alto de las previsiones, aunque a un coste mayor que en las anteriores colocaciones de similares características.
En concreto, en bonos a tres años ha vendido 1.146 millones de euros a un tipo medio del 3,592%, por encima del 3,297% que abonó a principios de enero. Eso sí, la demanda ha mejorado hasta superar en tres veces a la oferta y el precio medio ha sido superior al nominal, una señal de que todavía hay confianza en España.
En la subasta a mayor plazo, la de cinco años, las cosas no han ido tan bien. El organismo dependiente del Ministerio de Economía ha emitido 2.652 millones con una rentabilidad del 4,389% frente al 4,080% de la última subasta de febrero. Sin embargo, sí está por debajo del interés al que en ese momento se intercambiaban los títulos con vencimiento en 2016 en el mercado secundario. Con un cupón del 4,25%, el Tesoro ha colocado la deuda a cinco años a un precio medio del 94,8% del nominal. El ratio de cobertura se ha situado en 2,2 veces.
La emisión española se produce un día después de que Portugal, cuyo rescate por la Unión Europea parece cercano, colocara 1.000 millones con mayores intereses.
