El entorno de Caja España-Duero vuelve a dar por hecho que Bruselas aprobará la fusión con Unicaja

Economía

El entorno de Caja España-Duero vuelve a dar por hecho que Bruselas aprobará la fusión con Unicaja

¿Final feliz para el interminable culebrón del sector financiero? Al menos eso es lo que parece darse a entender desde el entorno de Caja España-Duero, que comienza a dar por hecho que Bruselas dará finalmente su visto bueno a la fusión con Unicaja, cuando se cumplen dos años desde que por primera vez ambas entidades se sentaron a negociar una integración.

“Todo apunta a fecha de hoy a que culminará el acuerdo con al visto bueno de Bruselas”, señala Leonoticias.com citando fuentes próximas al consejo de administración de la entidad castellana.

El presidente de la entidad castellana, Evaristo del Canto, ya había adelantado que los equipos de trabajo de ambas entidades de ahorro, de la mano con representantes del Banco de España y del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), estaban defendiendo en Bruselas el proceso de fusión de ambas entidades. Sin embargo, hasta el momento, el vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Competencia, Joaquín Almunia, ha guardado silencio, limitándose a señalar que el proceso se encontraba en análisis.

Ahora, todo parecería indicar que la respuesta final será un “sí”, aunque Bruselas aún podría poner algún matiz a la fusión. De hecho, en los mercados se especula con que la Comisión no permitirá la operación a no ser que Unicaja asuma más riesgos y realice una fusión completa de la actividad.

El plan de Unicaja pasaba en un primer momento por que Ceiss, el banco de Caja España-Duero, se mantuviera como una filial en vez de fusionarse con ella, que la inyección de capital europeo se hiciera en forma de CoCos y no de acciones, y que los tenedores de preferentes aceptaran una oferta de acciones de Unicaja por las que van a recibir de la castellana en un porcentaje superior al 75% (para poder asegurarse el control de la entidad).

Sin embargo, Bruselas habría considerado que esta operación acarrearía demasiadas ventajas para Unicaja, que no asumiría ningún riesgo, por lo que en principio exigirá una fusión completa entre ambas entidades.

Mientras se desvela el fin de esta operación, Caja España-Duero ha iniciado ya las negociaciones con los sindicatos sobre el expediente de regulación de empleo (ERE) al que obliga Bruselas a cambio de las ayudas de 604 millones de euros. Por el momento, la entidad se ha mostrado inamovible respecto a las 1.500 bajas necesarias, aunque dentro de esa cifra podrían incluirse 800 prejubilaciones. La entidad deberá cerrar además 263 sucursales.

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