Rato promete cumplir el calendario del Banco de España

Economía

Rato promete cumplir el calendario del Banco de España

El presidente de Caja Madrid, Rodrigo Rato, ha señalado hoy que la nueva entidad que surja de la fusión fría con Bancaja y otras cinco cajas de menor tamaño estará funcionando ya “a principios de 2011”, con lo que coincide plenamente con el calendario dado por el Banco de España, que de boca de su gobernador, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, exigió ayer a las entidades que cerrasen sus fusiones antes de Navidad. Rato, que presentó las conclusiones del ‘X Encuentro Financiero Internacional Caja Madrid’, ha señalado además que “la velocidad” de la reestructuración del sector es “la adecuada” a pesar de que las operaciones son “complejas”.

A tal respecto, con cierta ironía, ha mostrado su “alegría sobre las advertencias de los colegas del sector financiero”, que “no están pensado en las cuotas de mercado”. El presidente de Caja Madrid ha advertido además de que la “digestión inmobiliaria” es uno de los grandes retos al que se enfrentan todas las instituciones financieras. En ese sentido ha recordado que el sector financiero tiene una exposición a activos potencialmente problemáticos en construcción y promoción inmobiliaria de 181.000 millones de euros, según los datos del Banco de España, por lo que ha pedido mejoras que estimulen la accesibilidad a la vivienda de las familias.

El presidente de la entidad también ha subrayado como uno de los retos a los que se enfrente al sector la recuperación del crédito. Rato ha defendido que la razón de la caída del crédito no se debe a que el sector no quiera concederlos, sino que responde a factores tanto del lado de la oferta como de la demanda. En ese sentido, la reactivación se presenta como “un complicado puzzle”, cuyas piezas a encajar son la reducción del endeudamiento, la consolidación de los ajustes fiscales para “tranquilizar” a los inversores y la puesta en marcha de reformas estructurales para “animar la actividad y favorecer la creación de empleo”.

En esta última jornada del Encuentro ha participado también Fernando Restoy, vicepresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Restoy ha defendido que en España “existe un amplio margen para el aumento del papel de los mercados en la canalización del ahorro hacia el sector productivo de la economía”, en un entorno como el actual en el que el crédito está en regresión tras el boom de los últimos años.

Según ha señalado, en España el crédito bancario supone el 40% de los pasivos de las sociedades no financieras, mientras que en la eurozona o EEUU este ratio alcanza el 40%. Además, en torno a “dos tercios del total” de los pasivos no bancarios de las entidades se debe a instrumentos no cotizados. No obstante, como paso previo, el vicepresidente de la CNMV ha reconocido la necesidad de “revisar los obstáculos” que desincentivan la participación de las empresas, “especialmente medianas y pequeñas” en los mercados. También se ha referido a la necesidad de una nueva normativa sobre operaciones a corto y sobre préstamo de valores, tal y como se ultima a escala europea.

El encargado de cerrar estas jornadas organizadas por Caja Madrid ha sido el ministro de Fomento, José Blanco, que ha disculpado la ausencia de la titular de Economía, Elena Salgado, por motivos de agenda. Blanco ha aprovechado su intervención para pedir a la banca española un compromiso con el cambio productivo de la economía española. “Los bancos y las cajas tienen que apostar por los emprendedores y deben entender los nuevos modelos de empresa”, ha defendido el ministro, que ha señalado además que la agenda de reformas que maneja el Gobierno es “intensa y rigurosa” con el objetivo “inexcusable” de reducir el déficit público al 6% para el próximo año.

El ministro de Fomento ha defendido también la Ley de Economía Sostenible, uno de los programas estrella del Gobierno, y que a su juicio generará empleos de calidad y estables. Así, ha asegurado que el que la economía verde genere un millón de empleos en los próximos años no es un pronóstico, ni un deseo, sino “un imperativo económico y medioambiental”. Ha reconocido además que la construcción residencial nunca más va a generar la cantidad de empleo que fue capaz de crear en el pasado por lo que el agujero hay que cubrirlo con actividades que creen mayor valor añadido, entorno en el que se enmarca este proyecto.

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