Harry Voigtsberger, ministro de Economía de Renania-Westfalia: «Si ACS amenaza al empleo de los alemanes, el Gobierno debe intervenir»

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Harry Voigtsberger, ministro de Economía de Renania-Westfalia: «Si ACS amenaza al empleo de los alemanes, el Gobierno debe intervenir»

Harry Voigtsberger, ministro de Economía del estado de Renania del Norte-Westfalia, ha explicado, en declaraciones a EL BOLETÍN, que el Gobierno alemán “no debería descartar ninguna línea de actuación si los trabajadores de Hochtief en Alemania se ven amenazados [por la OPA de ACS]”. Voigstberger, no obstante, ha aclarado que una intervención política a escala europea es “difícil a día de hoy por cuestiones legales complicadas” al mismo tiempo que ha reconocido que las autoridades de su estado tienen “una capacidad de reacción limitada [en comparación con las federales]”.

El ministro ha recalcado que su rechazo a la OPA de la constructora que preside Florentino Pérez no es una opinión personal. “No es sólo una opinión mía que la operación presentada por ACS para incrementar su participación en Hochtief sea perjudicial para el estado de Renania del Norte-Westfalia y sus trabajadores; todos los socialdemócratas tanto a escala estatal como a escala federal comparten esta opinión”, declaró a este periódico el responsable económico de la región más industrializada de Alemania, que acoge a la sede del grupo constructor alemán.

Voigstberger tampoco confía en las buenas intenciones del grupo español, que ha asegurado que su OPA es “amistosa” y que “no realizará cambios” en la estructura de la alemana. “Si analizamos cómo ha actuado ACS en anteriores operaciones, el escepticismo creo que está justificado”, explicó el ministro, que tiene muy presente lo sucedido con Dragados, la que fuera filial portuaria de ACS. El Estado de Renania del Norte-Westfalia está actualmente gobernado por una coalición liderada por el SPD (los socialdemócratas), tras vencer en las elecciones del pasado mayo a la CDU, el partido de Angela Merkel.

La canciller de Alemania, que en los últimos tiempos ha cosechado continuas bajadas en su popularidad por culpa de las luchas internas en la coalición que lidera (entre otros motivos), podría ver en Hochtief una baza para tratar de cambiar esta tendencia. “Aunque el sector de la construcción sólo suponga, tras más de 20 años de recesión, un 4% del PIB alemán, puede que los políticos se vean obligados a intervenir en la situación debido al sentimiento generalizado contra la OPA de ACS”, explicaron a este periódico fuentes del mercado teutón.

Hochtief es la mayor constructora del país, pero la ola de nacionalismo alemán viene por otros derroteros. En primer lugar, el proteccionismo que durante años España ha ejercido contra empresas alemanas, como se pudo observar en el 2006, cuando el Gobierno español bloqueó la operación que E.ON tenía prevista para hacerse con el control de Endesa. “España es una tienda cerrada para las compañías alemanas”, se lamentaba un empresario germano consultado por este medio.

En segundo lugar se encuentra la preocupación social hacia los trabajadores de Hochtief, que ya se han manifestado frente a la sede de la constructora, en Essen, para expresar sus inquietudes de cara a la OPA. Según un portavoz sindical de Hochtief, hay mucho miedo a que los cambios que ACS -que ha dicho que no va a alterar nada dentro de la alemana- pueda traer generen la pérdida de puestos de trabajo. “Nadie se cree que ACS no vaya a cambiar nada en Hochtief”, afirmó por su parte un inversor suizo requerido por esta publicación. “La constructora española tendrá que cambiar las cosas si pasa a controlar al grupo alemán y quiere que éste sea rentable y funcione bien”, sentenció.

En tercer lugar, se encuentra una paradoja de difícil digestión para el humor alemán; la fortaleza de ACS en particular y del sector de la construcción español en general se debe a las ayudas comunitarias, cuya mayor parte procedieron de la propia Alemania. Al menos, esta es la información que han recogido los medios de comunicación del país centroeuropeo en las últimas semanas.

No obstante, y por el momento, la batalla que libran ACS y Hochtief se ha trasladado a Australia. En ese país se encuentra Leighton Holdings, una petrolera cuyo 54,5% pertenece al grupo constructor alemán y que, según algunos analistas, representa la ‘joya de la corona’ de Hochtief debido a la cantidad de beneficios anuales que genera.

Probablemente por este motivo, y porque muchos expertos han señalado a Leighton como el principal asunto de interés para ACS en el grupo germano, esta semana los directivos de Hochtief han pedido al regulador bursátil australiano que exija la presentación de una OPA alternativa al grupo constructor español por el 100% de Leighton.

Si la petición tiene éxito -una conclusión que no tiene muchos seguidores ni tan siquiera en Alemania- ACS no podrá asumir el coste de las dos operaciones (la presentada por el 100% de Hochtief y la que tendría que presentar, si así lo dictan las autoridades australianas, por el 100% de Leighton). Sin embargo, desde la constructora española han aclarado que esta petición “no tiene ningún sentido” y los expertos creen que Hochtief trata así de ganar tiempo para encontrar un ‘caballero blanco’.

Mientras, el grupo germano se ha adjudicado en Hong Kong la construcción de la que será la mayor planta de incineración de lodos residuales del mundo, un proyecto valorado en 461 millones. Mientras se dirime su futuro ante la OPA presentada por ACS para incrementar su porción en el grupo, Hochtief se ha hecho con este contrato a través de un consorcio, en el que participa también su filial Leighton, que cifra en 184 millones de euros su cuota en el contrato.

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