El presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), Miguel Martín, ha concretado hoy que los bancos no tienen intención de interferir en el posible rescate de las cajas de ahorros por parte del Estado, ni tienen intención en comprar ninguna de ellas. Así lo ha manifestado hoy Martín durante su intervención en el encuentro del sector financiero que se desarrolla durante toda la semana en Santander con el patrocinio de BBVA y la APIE.
El presidente de la patronal bancaria ha detallado que «no queremos participar en ninguna operación de salvamento de ninguna entidad que no sea un banco, porque no queremos que parezca que tenemos intención de adquirir alguna caja de ahorros».
Además, Martín detalló que “si las cajas pueden salir por sí mismas, ojalá, y yo quiero que puedan, no queremos interferir y no queremos que se insinúe que lo que queremos es terminar comprando cajas», aunque matizó que la patronal tampoco quiere «desincentivar» a ninguna entidad a actuar, y que si los bancos quieren hacerlo «ellos lo decidirán». Asimismo, ha recordado que la primera responsabilidad es siempre de la propia entidad en apuros. A su juicio, «cada uno es responsable de su propia entidad» y si tiene problemas, debe ser el primero en moverse sin esperar a que venga el Gobierno al rescate, tal y como parece que han hecho últimamente algunas cajas de ahorros.
«Las entidades tienen que tomar sus propias decisiones, proponerlas y tratar de recibirlas», ha señalado. En ese contexto, Martín no considera que se hayan producido vetos a fusiones entre cajas de ahorros de diferentes Comunidades Autónomas, sino que el principal inmovilismo ha venido de esta falta de decisión.
El presidente de AEB, que se ha apresurado a asegurar que «los bancos no nos vamos a dejar recapitalizar», ha señalado no obstante que la patronal «apoyará cualquier decisión que tome finalmente el Gobierno». A su juicio, es importante dar este apoyo «sin reservas» por el bien común, y los bancos «quieren colaborar en solucionar los problemas del sistema español».
Como conclusión, Martín advirtió hoy de que algunas entidades que vayan a recibir inyecciones públicas de capital pueden encontrarse el problema de tener que devolverlas al Estado antes de que estén saneadas.
En su opinión, si el Gobierno quiere reducir el déficit público hasta el 3% del PIB en 2012 para cumplir con el Pacto de Estabilidad europeo, podría demandar a las entidades el dinero que les haya prestado. Sin embargo, esto podría producirse antes de que dichas instituciones de crédito lograsen tener beneficios y superar todas las dificultades. En este escenario, el presidente de la patronal ha elogiado el esfuerzo de las Administraciones por reducir el déficit público, pero lamentó que no haya dicho cómo espera conseguirlo y advirtió de que “hay que tener una estrategia de salida creíble”.
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