La Caixa advierte que las cajas podrían retirarse de las energéticas

Economía

La Caixa advierte que las cajas podrían retirarse de las energéticas

El director general de La Caixa, Juan María Nin, ha avisado hoy durante su intervención en el XVII Encuentro del Sector Financiero organizado por Deloitte, ABC y Sociedad de Tasación, que las nuevas normas de regulación para el sector financiero podrían “dejar al pairo y al descubierto” a las grandes ‘utilities’ españolas, con lo que se abriría una puerta para que inversores extranjeros pudieran hacerse con ellas.

Nin ha señalado que, en la nueva normativa que se prepara, se “penaliza las carteras de participadas” de las cajas de ahorros, que pasarán a tener un menor atractivo para las entidades. Esto se suma a la falta en España de más inversores institucionales, por lo que el director general de la primera caja española ha pedido una reflexión sobre el impacto de la nueva normativa en las grandes empresas de energía.

Tal y como ha reconocido, el modelo de negocio de La Caixa “no es indiferente” a los cambios que se avecinan, aunque ha querido tranquilizar al mercado al señalar que las nuevas normas “no cambiarán nuestro sistema actual” porque la caja es “perfectamente capaz de gestionar” las modificaciones de las fuentes de liquidez o de obtención de capital. La Caixa es uno de los primeros accionistas de Repsol, con una participación de un 14,1% de manera directa, a la que se suma un 12,68% que posee a través de Criteria, su holding de inversión.

A 31 de diciembre de 2009, últimas cifras publicadas, Criteria también controlaba un 36,43% de Gas Natural. No será el único impacto que tendrán las nuevas normas regulatorias en el sistema bancario español. Según estima La Caixa, la regulación requerirá capital adicional en las entidades españolas de 48.000 millones de euros, y de liquidez de 300.000 millones. Estas elevadas cifras se reflejarán en el «crédito a familias y empresas» en un momento en que la economía había comenzado a recuperarse.

El presidente de Caja Madrid, Rodrigo Rato, que también ha participado en el encuentro, está de acuerdo con Nin en que Basilea III supondrá un cambio fundamental en el sector financiero internacional. Rato, en uno de sus primeros actos públicos desde su acceso al cargo, y que despertó un inusitado interés de la prensa, cree que existe “una tensión muy grande entre intereses nacionales y económicos” y será difícil que “no haya ganadores y perdedores”.

En ese sentido, el ex ministro de Economía ha avisado de que la banca europea podría necesitar entre 80.000 y 150.000 millones de euros de capital adicional, en un proceso en el que “no se salvará nadie”, para alcanzar un ratio de core capital del 8%.

Rato también se ha referido durante su intervención a la reestructuración del sector de las cajas de ahorros. A su juicio, el proceso se realizará en dos fases, de las que actualmente nos encontramos en la primera. Esta, estaría caracterizada por el uso del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), la búsqueda de alianzas a través de SIP, y la adecuación de la Lorca al nuevo entorno.

Una vez concluya esta etapa, que “deberá realizarse bien”, quedarían entre 25 y 28 entidades, según los cálculos de Caja Madrid, y se iniciaría una segunda fase, en la que las entidades mirasen a su cuenta de resultados para elegir si es necesario o no una integración con otra. Una vez concluido el proceso, el número de entidades podría quedar entre 20 y 25, mientras que la capacidad del sistema (número de sucursales), se reducirá en un 30%, dada la actual sobrecapacidad en nuestro país.

El director general de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) ha sido el encargado de clausurar el encuentro del sector financiero. José Antonio Olavarrieta se ha mostrado esperanzado en que el próximo día 20 de abril la patronal de cajas encuentre el “consenso” suficiente para elegir al nuevo presidente, aunque ha descartado hablar de unanimidad. Estas declaraciones se producen después de que en el pasado y turbulento consejo de administración, los representantes de las entidades de ahorro no lograsen llegar a un acuerdo, lo que desembocó en la dimisión de Quintás.

El consejero delegado de BBVA, Ángel Cano, ha destacado que la nueva banca de futuro que surgirá tras dos años de crisis exigirá una relación distinta con el cliente, senda en la que el segundo banco español ya se ha adelantado, con el objetivo de ganar cuota de mercado. El “nuevo terreno de juego”, según ha señalado, será de un menor entorno económico y del crédito en la próxima década, por lo que las oportunidades surgirán de “nuevas fuentes de valor”, como será un distinto trato con los clientes. En ese sentido, las nuevas tecnologías permitirán poner el foco en el cliente, con ofertas “personalizadas y customizadas y diferenciales”, sin necesidad de entrar en la guerra del pasivo.

Más información