S&P considera “sensato pero ambicioso” el plan estratégico del Popular

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S&P considera “sensato pero ambicioso” el plan estratégico del Popular

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La agencia de calificación S&P mantiene el rating del Banco Popular a largo plazo en ‘B+’ con ‘perspectiva positiva’. La agencia de calificación Standard & Poor’s (S&P) ha decidido mantener el rating a largo plazo de Banco Popular en ‘B+’ con ‘perspectiva positiva’ ante el plan estratégico “sensato pero ambicioso” puesto en marcha por la entidad que preside Ángel Ron.
 
S&P destaca en un comunicado que el plan estratégico del banco está dirigido principalmente a reducir significativamente el alto stock de activos improductivos del banco y racionalizar su infraestructura operativa para mejorar la eficiencia. “Un CEO recién nombrado, que por primera vez fue contratado fuera del banco, lidera los esfuerzos y ya ha promovido una reorganización del banco -incluyendo cambios en posiciones clave- para facilitar la ejecución”, señala la agencia.
 
El nuevo plan estratégico “aborda las debilidades que pesan sobre el perfil financiero de Banco Popular”. Sin embargo, “el éxito depende”, a juicio de la calificadora, “de una implementación correcta y oportuna, así como de la continuación de las corrientes de viento actuales en la economía española”. “Creemos que los objetivos son ambiciosos y el plazo de dos años para la entrega es estrecho”.
 
El plan del banco de reducir los activos improductivos en 15.000 millones de euros para 2018 (una reducción del 45% con respecto al saldo a finales de 2015) parece “un desafío”, ya que durante el último año el stock sólo se ha reducido en un 4%. El logro de este objetivo “puede depender de que el banco complete su plan para escindir un fondo de activos inmobiliarios de 6.000 millones de euros (brutos)”, que “tendrá que ser financiado en el mercado para convertirse en realidad”. El plan también implica una reducción significativa de la red de sucursales y personal del banco que se completará a finales de este año.
 
Si bien la racionalización del banco sin duda contribuirá a la eficiencia, que se había debilitado notablemente en los últimos años, S&P cree que un ajuste tan “drástico” de la estructura operativa en un corto período de tiempo “puede tener implicaciones negativas hasta que la organización se asiente plenamente”.

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